viernes, 22 de octubre de 2010

LA JUNTA DE MEJORAS: AÑO 1

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

No es raro encontrarme con amigos amantes del vino que hablan de su experiencia de amalgamar los sabores, armas y texturas de una determinada comida con los de su vino preferido. La experiencia resulta por demás placentera por no decir hedonista digna del mejor de los epicúreos. Evidentemente tienen razón, somos esencialmente seres sensuales cuya única forma de interactuar con lo que nos rodea son nuestros sentidos, y cuando logramos unir varios de ellos en una experiencia que nos proporciona placer, ésta experiencia se vuelve inolvidable.
El Bule En las Fiestas del Sol
Evidentemente esta capacidad humana se repite con resultados similares a través de la cerveza. Cada vez son más los hedonistas que buscamos maridar los miles de sabores, olores y texturas de las diferentes cervezas con las diferentes comidas. Los resultados son sorprendentes. En un artículo anterior que publicado en este espacio y llamado “Cuisin à la Bièr” abordé este tema (puedes encontrarlo en el Blog: www.chevestuff.blogspot.com).
            Platicando sobre este asunto tan importante con el Cheve Meister Mariano, llegamos a la conclusión de que la cerveza se relacionaba de forma natural con otras cosas pero que sencillamente no habíamos tenido la precaución de elevar tal relación a nivel de “maridaje”, sin darnos cuenta de que el placer que nos proporcionaban al juntarlas era más que evidente.  Fue así que decidimos hacer algo al respecto y nos pusimos trabajar en un proyecto radiofónico que reunía la cerveza con otra de nuestras grandes pasiones: el Rock.
            Siempre he afirmado que el sonido de la cerveza es el Rock y que el sabor del Rock es la cerveza.  Siempre que oigo un buen Rock se me antoja echarme una cerveza y siempre que me echo una buena cerveza se me antoja oír un buen rock. ¿Reflejo condicionado? Probablemente pero este es uno que comparto con muchas de personas. Este fue el impulso inicial que nos llevó producir un programa de radio que reuniera a estos dos placeres.
            ¿La Junta de Mejoras? Por qué llamarlo así. “Qué corrientes” dirán algunos, “Qué faltos de imaginación” dirán otros y, otros más se preguntarán ¿Qué es una Junta de Mejoras? Debo decirles que pocas cosas resultan tan placenteras al deambular por nuestro Valle de Mexicali un día de agosto, como detenerse en uno de esos pequeños oasis con pocas pretensiones arquitectónicas llamados Junta de Mejoras. Simplemente divisar uno a lo lejos coloca inevitablemente una sonrisa en tu rostro y un raro brillo en tus ojos.  Simplemente llegas y pides “una cheve” mientras metes tu mano al bolsillo en busca de una moneda para echar a volar la rockola esperando que tengan una buena selección musical que te permita olvidar por unos minutos los 115 grados Farenheit que dejaste afuera….¡aaaah! Eso es vida. Y eso es lo que queremos hacer en nuestro programa de radio, unir por 60 minutos las mejores cervezas del mundo con las mejores canciones del Rock de este planeta.  El criterio para seleccionar ambas cosas es muy simple y no por ello menos efectivo: “Tomamos y tocamos lo que nos da la gana”, así nadie nos alega.
Sunshine II y Cheve Meister Mariano
Permítanme agregar que estoy seguro de que todos llevamos un DJ y un barman dentro y nosotros no somos la excepción. Todos quisiéramos que al reunirnos con nuestros amigos la pasaran de lo mejor tomando y oyendo lo que a nosotros nos gusta. Quisiéramos ser los responsables de que tuvieran la mejor de las experiencias hedonistas permitidas.
Nuestra Junta de Mejoras cumplió ya un año y por ello quiero felicitarme y felicitar al Cheve Meister mariano. También felicito al Pancho Padilla que fue el primero que nos dio la oportunidad de iniciar esto y al Lic. Mario Valdez que nos permitió continuarlo. Por supuesto a Gastón “El Vomitador” Sañudo, nuestro primer operador y gran converso cervecero y a Berenice “Very Nice” Flores actual encargada de mantener las cheves heladas durante el programa.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Los espero el radio los martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock. Si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com.


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jueves, 14 de octubre de 2010

LOS CHECOS Y LA CERVEZA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez


La república Checa mide menos de 79,000 kilómetros cuadrados. Es decir que apenas es más grande que estados como Baja California y más pequeña que el estado de Jalisco. Este pequeño país se ubica en el corazón de Europa, lo rodean Polonia, Austria y Alemania, justo donde nacieron todos los estilos de cerveza que conocemos en nuestros días. Sus habitantes, poco más de 10 millones, ostentan uno de los records más peleados: tienen el promedio de consumo per cápita de cerveza más elevado del planeta. Cada checos se bebe aproximadamente 161 litros cada año. México ronda el lugar 32 con 52 litros.
En este país se fabrican más de 470 estilos de cerveza, entre las que se encuentran algunas de las más célebres del mundo, sin embargo la mayor aportación al mundo cervecero lo hicieron a mediados del siglo XIX, allá por la década de 1840, cuando se les ocurrió inventar el estilo Pilsener. La historia es interesante. Antes de esa fecha las cervezas eran turbias y pardas, eran feas. Sin embargo eso no importaba mucho porque nadie las podía ver por una sencilla razón: no existían los vasos de vidrio. La cerveza salía del barril directamente a un recipiente de metal, de piel, de madera y en el mejor de los casos de cerámica, lo que impedía verla. Te la tomabas y ya. Sin embargo cuando los recipientes de vidrio empiezan a popularizarse los bebedores pudieron físicamente ver el líquido que estaban ingiriendo y que, evidentemente, no resultaba muy agradable que digamos. Fue entonces cuando a un antiguo campesino venido a cervecero llamado Josef Grolle, se le ocurrió ponerse a buscar una nueva cerveza que compitiera con otras marcas que invadían la ciudad medrando sus ingresos económicos. Trabajando en eso encontró la fórmula –algunos dicen que por accidente – de una cerveza dorada y clara que por primera vez dejaba pasar libremente la luz a través de su cuerpo ligero y refrescante. El nombre del pueblo donde el señor Grolle realizó este invento es Plzeñ, una población que ha perpetuado la imagen de este insigne cervecero nombrándolo su primer maestro cervecero.
Pilsener es el estilo de cerveza más reproducido en el mundo. En prácticamente todas las latitudes del planeta se fabrica una lager estilo pilsener sin importar si el clima es frío, caliente, húmedo o seco. Hasta la fecha los checos se dan de topes por no haber podido lograr que les otorgue la denominación de origen. En aquellos tiempos no existía nada parecido y cuando se percataron de su error el nombre ya había sido reproducido en todas partes. Sin embargo para sacarse un poco la espina, la fábrica original de las cervezas Pilsener que sigue estando en la misma ciudad nombró a su cerveza Pilsener Urquell, lo que más o menos quiere decir “Fuente Original de la Pilsener”. Quienes han tenido la fortuna de probar la Pilsener Urquell saben lo que es el verdadero estilo Pilsener, mucho más sabroso, amargo y aromático que las marcas americanas que suelen estar mezcladas con arroz o maíz para suavizar su sabor, adaptándolo mejor al gusto del mercado.
Otra anécdota interesante de los checos, es que la cerveza Budweiser, la marca más vendida del planeta, tomó la receta y el nombre de una cerveza local: la Budweiser Budvar, desatando un pleito legal que tiene 100 años sin concluir algo definitivo. Si quieres saber más sobre este tema, busca el artículo correspondiente en el blog www.chevestuff.blogspot.com.
Si quieres probar otras cervezas checas excelentes, les sugiero que busquen Gambrinus (www.gambrinus.cz), Staropramen (www.staropramen.cz), Krušovice (www.krusovice.net), Radegast (www.radegast.cz), Bernard (www.bernard.cz), Velkopopovický kozel (www.kozel.cz). Cualquiera de ellas, y otras que por espacio no enumero, los dejará verdaderamente asombrados.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Los espero el radio los martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock. Si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com.


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jueves, 7 de octubre de 2010

LA CERVEZA STOUT IMPERIAL

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Si te gustan las cervezas fuertes, este es tu estilo. Pero te advierto que si no la has probado, entonces no sabes lo que significa “fuerte” en lo que a sabores de cerveza se refiere.
Las cervezas Stout Imperial –como diría el Cheve Meister Mariano- son para hombres….y muy hombres”. Son muy pocas los estilos que concentran tanto el sabor tostado de la malta haciéndolo tan robusto, pesado y espeso.
Ya en alguna ocasión les platiqué de las Stouts y Porters (busca el artículo “Porter & Stout” en www.chevestuff.blogspot.com ) y vimos cómo son utilizadas desde hace muchos años para calentar el cuerpo durante los fríos meses del invierno europeo y fueron usados como alimento –incluso para niños- por su alto contenido calórico. Por lo tanto no resulta entraño que este sabor sea parte esencial de la cultura culinaria británica sobre todo, de donde este estilo es originario y de consumo muy común.
Todos sabemos que los ingleses han sido muy vagos y durante siglos anduvieron por el mundo conquistando territorios en nombre del rey o reina en turno. Una de las consecuencias de esta ansia de expansión imperialista es que lograron desparramar su cultura por muchos rincones de este planeta y, evidentemente, la cerveza venía con el paquete.
Durante las épocas en las que no existían las condiciones tecnológicas ideales para trasportar cerveza desde Gran Bretaña hacia otras partes del mundo, se idearon varias formas de mantenerla en buen estado y una de ellas fue agregarle a las fórmulas ingredientes que ayudaran a mantener el preciado líquido sin echarse a perder, de manera que pudiera consumirse sin peligro de enfermarse o escupirla por mala. Una de esas fórmulas ideadas por los ingleses para mantener sus cervezas durante las largas travesías fue incrementar la graduación de alcohol. Tal fue el caso de las Stouts que exportaron en el siglo XIX y principios del XX hacia los países bálticos. Este incremento en el porcentaje de APV (Alcohol Por Volumen) resultó ser del agrado de los eslavos, ya que se adecuaba perfectamente a las condiciones climáticas de esas regiones. Este estilo de cerveza surgido de esta necesidad de mantener en buen estado el producto empezó entonces a llamarse Stout Imperial, en alusión a la gran popularidad que lograron tener en el mundo zarista. Con el paso de los años la cerveza ya no únicamente se importaba de Inglaterra, sino que se fabricó localmente con un éxito similar.
La popularidad de las Stouts – o Porters- Imperiales no logró mantenerse dentro de los países bálticos, sino que poco a poco trascendió hacia otros países de climas fríos incluyendo, por supuesto, los Estados Unidos sobre todo en su región septentrional. De ahí prosiguió su conquista hacia otros Estados al grado de que ahora podemos encontrar fábricas de este estilo de cerveza en regiones mucho más sureñas como San Diego, California, e inclusive –sorpréndanse por favor- en Mexicali, Baja California, México, donde la cervecería Cucapá produce con gran éxito (fuera de Mexicali, por supuesto) su cerveza Imperio.
La mejor descripción que conozco del sabor de una Stout Imperial es la del gurú inglés de la cerveza Michael Jackson quien dice: “Cuando se combinan una alta densidad, granos tostados, una fermentación caliente y, quizá, una levadura tipo Ale, el resultado es una cerveza de extraordinaria potencia y complejidad. Su intensidad trae a menudo la dulzura pastosa del jerez…Su tostado se funde con notas ahumadas, tipo brea, afrutadas y aromáticas y sabores alcohólicos. Sugiere sabores de cacao o café fuerte en una noche de invierno. Su afrutado posee reminiscencias de las grosellas tostadas del borde de un pastel recién sacado del horno o de un tradicional pudín de navidad británico cargado de frutas secas y escarchadas.
Hasta aquí con las Stouts Imperiales. Hay mucho más que decir sobre este estilo de cerveza, pero se los dejo para que ustedes lo investiguen. En estos meses de invierno que se acercan vale la pena probar una de estas cervezas. Tómensela en una noche fría en compañía de unos amigos y platiquen sobre las sensaciones que les evoca. Les aseguro que será una experiencia inolvidable. Esta cerveza generalmente se toma sola o como aperitivo antes de una comida o cena de, por ejemplo, un jamón horneado, o un pavo alcaparrado.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Los espero el radio los martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock. Si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com.


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martes, 5 de octubre de 2010

CERVEZA: UNA BEBIDA CIVILIZADA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

“Cuando toman cerveza se vuelven unos salvajes” decía las señora Ráthcovich, una de nuestras múltiples rentera de mis años de estudiante en Guadalajara. O como decía mi abuelita “…se vuelven la bichi…(*)”. Después de años de sesudo análisis debo admitir que ambas tenían razón. Sin embargo los años me han hecho caer en cuenta de que la culpa no la tiene la cerveza por sí misma, sino nuestra falta de civilidad.
Leía yo en un artículo hace algunos meses “…no son las 10 de la mañana y dos personas en un pub ingles abren el día con una cerveza. Transcurre el mediodía y un hombre y una mujer acompañan el almuerzo con otra cerveza, que puede ser rubia, negra, roja o de la variedad que uno prefiera. Terminó la jornada laboral y la imagen se repite, y lo mismo pasará antes y después de la cena. Beber cerveza es una costumbre que une a los países europeos…”. Nadie tiene que andarlos vigilando para que se comporten como personas respetando al prójimo como lo mandan todos los códigos de ética que se me ocurren. Evidentemente los partidos de futbol se cuecen aparte, ahí ya sabes a qué vas y te vuelves un salvaje tomes cerveza o no.
Lo paradójico de todo esto es que la cerveza nació prácticamente con las primeras civilizaciones en diferentes partes del mundo. Si existe una bebida civilizada, esa es la cerveza y la razón es extremadamente lógica y simple: la cerveza nació como alimento en el mismo momento en el que nuestros parientes neolíticos aprendieron a dominar la agricultura. Resulta evidente que cuando nuestros ancestros ya no tuvieron que andar de aquí para allá correteando animales para comer o granos para recolectar, se asentaron y se dedicaron a cuidar su terrenito donde aprendieron a sembrar su cebada, su trigo, su arroz, su maíz o lo que el clima de la región les permitía. Del grano aprendieron a hacer gran variedad de alimentos pero, sin lugar a dudas, la cerveza y el pan fueron los principales. De hecho gran parte de los cultivos de granos tenían el fin de hacer primordialmente cerveza, la cual era fabricada según se sabe, en casa por las mujeres, de la misma forma que hoy hacen tortillas de harina todos los días para que la familia se reúna alrededor del fuego después de un día de arduo trabajo….por lo menos en mi casa –que es la suya- así es.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo se fabricó la primer cerveza, de la misma forma que nadie se atreve a asegurar cuál fue la fecha y el lugar exacto de la primera sociedad civilizada. Simultáneamente – o por diferencias de unos cuantos cientos de años- en diferentes partes del planeta, desde Mesopotamia hasta China, la India o América, diversas grupos humanos se organizaron como sociedad y, acto seguido, inventaron su propia cerveza. Sabemos, por ejemplo, por vestigios de vasijas encontradas en una tumba en China que el personaje fue enterrado hace más de 13,000 años con una dotación de una bebida fermentada parecida a la cerveza, lo que convierte sin lugar a dudas a la cerveza en la bebida fabricada por el hombre más antigua del mundo. De la misma forma, los faraones egipcios y los rudos vikingos se llevaban su itacate de cerveza para hacer más placentero el viaje al más allá sin tener que andarse parando en ningún antro.
La cerveza, como dicen los checos (los originario de la República Checa, por supuesto) es “pan líquido” y no les falta razón ya que en ambos casos el principio de fermentación es el mismo: agua, trigo o cebada y levadura. Con estos tres elementos sin mucho barullo podemos obtener una bebida a la que, si le agregamos lúpulo como conservador y saborizante, obtendremos cerveza.
En su largo recorrido a través de miles y miles de años, la cerveza ha evolucionado tremendamente, sin embargo es innegable la participación que en este proceso tuvieron –y siguen teniendo- las civilizaciones del centro norte de Europa. Fue ahí donde se inventaron todos los estilos de cerveza que conocemos actualmente y que se fabrican actualmente en todos los rincones del planeta. La cerveza es la bebida alcohólica de mayor consumo mundial y su ámbito sigue creciendo día con día. Los 103 diferentes estilos de cerveza que hasta hoy conocemos nos invitan a seguir explorando y descubriendo nuevas y muy placenteras sensaciones.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
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(*) Adverbio de modo que indica que alguien adquiere gran velocidad o se sale de control. Muy usado en el noroeste de méxico.

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ARROZ EN LA CERVEZA ¿SE VALE?

 
     Pocas cosas le ponen los pelos tan de punta a un alemán como decirle que una cerveza tiene arroz. Para que me entiendan, es como si nos dijeran a nosotros que hay que ponerle al tequila tantito Cool Aid para suavizarle el sabor. 
     La “Reinheitsgebot” o Ley de Pureza de Baviera escrita en 1516 establece que los únicos ingredientes de una cerveza alemana deben ser agua, malta, y lúpulo…y párale de contar (recordemos que en 1516 aún no se conocían las levaduras), lo demás son mariconadas, dicen los impertérritos teutones. 
     Sin embargo en otros países y sobre todo en América las cosas son mucho más relajadas, aquí se vale ponerle de todo. “Muchos cerveceros artesanales -dice el Sr. Maureen Ogle, autor del libro “Ambitious Brew”- tratan al arroz como si fuera veneno para ratas.” Sin embargo recientemente algunos cerveceros de California, Colorado y Washington han empezado a pensar esta lapidaria aseveración. 
     Para las macro cervecerías de todo el mundo el uso del arroz e incluso de otros granos como el maíz y el sorgo no es nada nuevo, es más, es parte de su receta. Para nadie es secreto que la cerveza Budweiser, y Miller,  al igual que muchas otras mega fábricas, usan arroz y maíz y ve tu a saber qué tantas otras cosas. Esta práctica fue iniciada comenzó a nivel industrial hacia finales del siglo XIX con empresarios como Adolphus Busch, Adolph Coors y Frederick Miller quienes como primera generación de inmigrantes europeos trataban en un principio de recrear los sabores del viejo continente, sin embargo con el tiempo se dieron cuenta de que el bebedor americano no estaba acostumbrado a esos sabores matosos y lupulosos, por lo que necesitaban adaptarse al gusto local, necesitaban una cerveza más efervescente, y de sabor más ligero. El arroz y el maíz hacían precisamente eso. “Fue un sabor deseado por los americanos y no una forma barata de hacer cerveza” sigue diciendo el Sr. Ogle. El delicado y suavizado sabor que le da el arroz a la cerveza tiene su grupo de seguidores incluso entre alguno fabricantes artesanales, como Joe Valvo, joven copropietario de la Trade Brewing Co. en Seattle, que dice “Hay muchos malentendidos con esto del arroz, en realidad aligera el cuerpo y elimina ese sabor maltoso de las lagers.” Esto lo demuestra en su cerveza Dragon King una lager que sacó al mercado apenas hace algunos años y ha tenido gran aceptación entre los consumidores de cerveza artesanal. “Muchos cerveceros se autocensuran al no utilizar el arroz porque son “Artesanos Cerveceros” y creen que están rompiedo las reglas – dice Patrick Rue, otro cervecero- pero de eso se trata. Los cerveceros norteamericanos son muy creativos toman todo tipo de ingredientes y los integran a sus recetas creando nuevas ideas.” Existen otras marcas que le agregan arroz a su malta de cebada a sus Ales, sobre todo aquellas que tienden a fabricar cervezas estilo japonés, tal es el caso de la Great Beer Co, en Gilroy, California que fabrica la Red Sun, hecha especialmente para la cadena de restaurantes Suhi Roku y Katana. Parece que la mala reputación del arroz entre los cerveceros artesanales empieza a desparecer y así lo demuestra también la cada vez mayor participación de este tipo de estilos en festivales tan importantes como el Great American Beer Festival, en Denver, Colorado, que reúne a más de 50,000 tomadores de cerveza que, hasta donde se ve, no le hacen el feo al arroz, ni al maíz….ni a los hot dogs y las hamburguesas que ahí se venden. ¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. 

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