martes, 19 de julio de 2011

LA CERVEZA: UN VIAJE SIN FIN


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

           
Uno de los problemas con los que uno se topa cuando decides explorar el extenso mundo de la cerveza es…¿por dónde empiezo? Pasa lo mismo cuando llegas a una nueva ciudad y quieres conocerla ¿qué visito primero?¿sus iglesias?¿sus plazas?¿sus restaurantes?¿sus monumentos?¿sus atractivos naturales?¿su mercado?¿bares?....no queremos que al terminar el día se nos haya ido el tiempo sin haber conocido aquellos puntos que verdaderamente representan la esencia del lugar en el que estás turisteando. Incluso puede suceder que nos decepcionemos de nuestra aventura simplemente porque no fuimos capaces de encontrarle el chiste al periplo emprendido y regresamos hablando pestes.
La cerveza es también un viaje, uno que puede terminar bien si somos capaces de organizarlo bien, o puede terminar mal si entramos por donde no debíamos. La única forma de conocer sobre cerveza es tomando muchas diferentes cervezas, eso no tiene vuelta de hoja, sin embargo es conveniente darle cierto orden  Es por esto que me permitiré darles algunas ideas de cómo clasificar las diferentes cervezas para que planees tu viaje.
Existen varias formas de organizar esto. Algunas personas clasifican las cervezas por su color, así de sencillo. Pálida, cristalina, dorada, ambar, ocura, roja, negra, turbia, transparente….cada quien define sus términos. Incluso si quieres hacerlo con mediciones más exactas, puedes recurrir a la escala de Standard Research Method o  SMR, cuyos extremos nos dicen que el agua tiene 0.0 SMR y una cerveza negra supera los 40 SMR. Por darles una idea una Budweiser tiene aproximadamente un rango de 2 y una Guinness alcanza los 60.
Otra forma de hacerlo es a través de su contenido de alcohol. Recordemos que generalmente esto se mide por el porcentaje de Alcohol Por Volumen o APV (en ingles es Alcohol By Volume o ABV). Aquí encontramos desde las cervezas sin alcohol (que en realidad sí tienen alcohol pero en cantidades tan bajas que el gobierno permite que se les clasifique como bebida no alcohólica) hasta una cervezas de 60%APV. Esta ultima es muy rara pero existe en Holanda, nunca la he probado pero no pierdo la esperanza.

Otros la clasifican por su estilo. Es conveniente recordarles que hasta donde me quedé existen 103 estilos diferentes de cerveza en el mundo. Si quieren verlos todos, consulten el blog www.chevestuff.blogspot.com y busquen el artículo “Hay más cervezas que vida”. Ahí anoté todos los estilos de cerveza. Esta es una forma de clasificación que a mí en lo particular se me complica mucho, aunque siempre resulta útil conocer los estilos más sobresalientes para saber por dónde anda moviéndose uno cuando andas explorando nuevos terrenos.
            Es también común que se clasifiquen por país. Además de orientarnos geográficamente sobre el origen de una cerveza esto puede ayudarnos a conocer las principales mañas de las diferentes naciones, seguramente descubrirás la diferencia del carácter de un Alemán y de la de un Chino a través de los tipos de cerveza que prefieren elaborar. La geografía también influye en el tipo y calidad de ingredientes usados por los fabricantes lo que finalmente le da características muy particulares a sus productos.
            También se clasifican por temporada: invierno, primavera, verano, otoño, navidad, por ejemplo. Resulta útil saber cuáles cervezas se fabrican en las diferentes épocas del año para, por ejemplo, maridarlas con platillos de esa temporada o para saber cuáles están frescas.
            La última forma de clasificación que les quiero platicar, aunque aun existen otras, es la de tipo de fermentación. Particularmente para mi es la que me ha servido más para hacerme una idea clara de la gran diversidad de cervezas que existen. Este método parte de la base de que existen solamente dos tipos de cerveza: las Ales y las Lagers (Estoy consiente de que muchos dirán que omití la fermentación espontánea o las cervezas híbridas, pero ese es tema de otro artículo). Las cervezas Ales o de Altas Fermentación son las más antiguas que se conocen y fueron las más conocidas por el hombre prácticamente hasta mediados del siglo XIX. Del tipo Ale se conocen 73 estilos diferentes. De las tipo Lager en cambio se conocen 30 estilos diferentes.  Evidentemente de cada uno de esos 103 estilos existen infinidad de marcas a lo largo y ancho de este planeta.
            Bien. Ya con esto me despido, esperando por lo menos haberles dado una idea de la complejidad de esta exploración. Una vez que se deciden viajar por este terreno no existe un final a la vista. Disfruten su aventura.
  Y tu…¿Qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

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EL ALCOHOL EN LA CERVEZA


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

           
Alguna vez comenté en este mismo espacio que la forma más lenta de emborracharse es tomando cerveza. Para tal efecto existen a la mano otras bebidas que te llevarán a ese estado de forma mucho más eficiente y rápida. Por supuesto estoy hablando de las cervezas comunes que podemos encontrar a nuestro alcance casi en cualquier supermercado, tienda de la esquina o restaurante de la localidad. Ese tipo de cerveza generalmente cuenta con porcentajes que van de 4.2 al 5% de alcohol por volumen.
Muchas personas creen que la fuerza alcohólica de una cerveza está en su color. Cuantas veces hemos escuchado que algún amigo o amiga evita las cervezas oscuras porque “le pegan muy duro”. Permítanme aclararles que nada tan lejos de la realidad. El color lo único que nos dice de una cerveza es el grado de tostado al que fueron sometidos los granos utilizados en su fabricación. Evidentemente entre más oscura es la cerveza, el tostado fue mayor. Este proceso afecta sensiblemente el sabor y el aroma de una cerveza pero jamás incrementará el porcentaje de alcohol. Puede agregar un sabor a malta, quizás una textura más cremosa, pero hasta ahí. De hecho cervezas verdaderamente negras como la Guinness tienen porcentajes de alcohol más bajos que una vil Tecate lager. De manera que las borracheras con cerveza oscura son solamente un mito en la mayoría de los casos.
Resulta también muy común pensar que una cerveza amarga es una cerveza que emborracha más. Es frecuente que las personas que toman una – por ejemplo – Pale Ale sientan que van a azotar pronto. Una vez más tengo que decirles que esto es totalmente falso. El amargor de una cerveza está determinado por el lúpulo, esa curiosa plantita rastrera prima de la marihuana que da unas pequeñas piñitas en forma de conos.  Tanto el tipo de lúpulo, como la cantidad que se le adhiere y el momento en el que se le agrega a la mezcla es lo que le da el característico sabor amargo a la cerveza.
El lúpulo era conocido por culturas tan antiguas como los egipcios, pero su uso era más bien medicinal. Originalmente no era parte de la “receta” de la cerveza. Este ingrediente fue agregado por en Europa entre el siglo 7 y 8 de nuestra era, aunque se volvió de uso común en la República Checa en el siglo 11. Las características antisépticas del lúpulo resultó muy útil en la conservación de la cerveza durante largas y prolongadas travesías donde la cerveza era muchas veces el principal alimento.

El contenido de alcohol se lo debemos a otro ingrediente cervecero: la levadura, o debería decir las levaduras, ya que cada casa cervecera produce, cuida y mantiene en secreto su establo de levadura que es responsable sin duda alguna de muchos de estilos particulares que hoy disfrutamos. Como todos sabemos la levadura esta formada de millones de pequeños hongos unicelulares que tienen la habilidad de convertir las azúcares en alcohol. Estos pequeños seres vivos que forman grandes colonias en forma de nata o espuma en los tanques de fermentación donde se fabrica cerveza son los directamente responsables del porcentaje de alcohol que consumimos en las diferentes marcas, así como –en gran medida- de la carbonación que estas marcas tienen.
Comúnmente el contenido de alcohol se mide en dos formas: por volumen y por peso. Cuando se mide por volumen significa que -por ejemplo- una bebida de 4% APV (Alcohol Por Volumen) significa que contiene 4 partes de alcohol y 96 partes de líquido. Cuando se mide por peso hablamos de que, por ejemplo, 4 gramos de alcohol se disuelven en 100 gramos de agua o cerveza. La forma más común utilizada es el APV, o Alcohol Por Volumen, o en inglés el ABV o Alcohol By Volume.  En la mayoría de los países este porcentaje está descrito en la etiqueta.
Finalmente es importante comentarles que aunque la inmensa mayoría de cervezas de este planeta contienen porcentajes de alcohol bajos, existen cervezas que igualan la fuerza alcohólica del vino rojo, del whisky, del tequila e incluso del vodka. Aunque raras y difíciles de encontrar existen marcas como la UTOPIAS que contiene 27%APV. En Holanda la casa ‘t Koelschip produce una cerveza llamada Start The Future con un contenido de 60%APV.
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martes, 26 de abril de 2011

EL VITUPERIO DE LA CERVEZA


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

           
Para los griegos de la antigüedad la cerveza era una bebida para salvajes. Siglos después muchos siguen pensando lo mismo. El vino por el contrario nació rodeado de heroísmo y de nobleza.  La cerveza es para parranderos escandalosos y el vino para sensibles buscadores de placer. Qué pena. La verdad es que ni los cerveceros son tan salvajes ni los vineros son tan sensibles. Simplemente ambos buscan lo mismo pero por diferentes caminos.
Nuestras tradiciones locales frecuentemente tienen menos valor que las que proceden de otros lugares. Probablemente por eso solemos acompañar al vino de un esnobismo innecesario. Viva la cerveza y viva el vino.
Este esnobismo suele llevarnos a pensar que si conocemos el vocabulario propio de la degustación de vinos, seremos más interesantes ante los demás. Si le echamos encima a nuestro interlocutor una retahíla de términos como taninoso, astringente, aterciopelado, armonioso, agrio, áspero, aromático, cítrico, lácteo, corchado, cuerpo, equilibrado, frutal, grueso, terroso, retrogusto, herbáceo, maderizado, amantequillado, persistente, oxidado, redondo, rústico, etcétera, no les quedará la menor duda de que somos cultos, sensibles y – por que no – sujetos a que nos presten dinero sin fiador.
En nuestra pobre cultura cervecera local a lo más que llegamos a distinguir entre una cerveza fría y otra bien fría, o entre una obscura y una clara…y se nos acabó el listado de epítetos. ¿Cómo no van a pensar que somos unos salvajes? La culpa de todo esto, lo vuelvo a repetir, la tenemos solamente nosotros que no nos hemos podido quitar de encima a los monopolios cerveceros que limitan nuestras opciones; entre menos sepamos de cerveza, más consumiremos la que ellos nos venden.  
El vocabulario del vino no nació con el vino, sino que ha sido desarrollado por escritores amantes del vino que se han dedicado a estudiarlo, adjetivarlo y difundirlo  (¿Saintsbury, Simon, Lichine, Jonhson…les suenan?).

En la cerveza las cosas están siguiendo un camino similar aunque seguramente más reciente. Pocos habían tenido la sensibilidad de ponerse a escribir recientemente sobre cerveza antes que el célebre  “Cazador de Cervezas” Michael Jackson (1942-2007) quien en el año de 1977 publicó su libro “La Guía Mundial de la Cerveza”, atrayendo con ello la atención de miles de cerveceros en todo el mundo que, sin saberlo, esperaban a que alguien lidereara esta batalla. A partir de Michael Jackson surgieron teóricos, estudiosos, expertos, cátedras universitarias, articulistas de revistas, columnistas de periódicos, parlanchines y hasta profetas que abundaron sobre este tema. Por supuesto junto con todos ellos, o quizá como consecuencia, surgió también un vocabulario que – adivinaron – tiene mucho en común con el del vino y con el de muchas otras bebidas.
MICHAEL JACKSON "THE BEER HUNTER"
Aclaro que el Sr. Jackson no ha sido el primero usar la cerveza como tema literario en la historia de la humanidad. Recordemos que esta bebida ha sido elogiada en escritos  desde los Sumerios (primeros en escribir una receta sobre cerveza 4,000 años antes de Cristo), en sagas nórdicas, en escritos incas, en novelas de Sheakespeare o Goethe y muchos otros. Sin embargo Jackson sí fue el primero en hacerla sujeto de estudio. Su incansable búsqueda de cervezas por todo el mundo lo llevó constituirse como el gurú de varias generaciones de amantes de la cerveza que lo seguimos a través de más de 30 años de publicaciones en diarios, revistas, programas de televisión, conferencias y por supuesto internet.
He tenido recientemente la oportunidad de conocer a muchas personas interesadas en conocer más sobre cerveza. Jóvenes, adultos, viejos, mujeres, hombres…es impresionante cómo de repente se dan cuenta de que hay todo un mundo que no conocían con grandes y agradables sorpresas. Ya no les basta tomarse “una cerveza” sino que ahora están en la búsqueda de los cientos de tipos de estilos que existen. Aun más, me encuentro con jóvenes cuya apasionada búsqueda los ha llevado a explorar sus propias habilidades para fabricar cerveza con resultados verdaderamente sorprendentes.
La cerveza es el mejor lubricante social que conocemos y para muestra basta ir a cualquier Pub en cualquier ciudad el mundo. Tomar una cerveza automáticamente baja tus defensas ante los demás; interactúas, hablas, quieres que te hablen, ves y quieres que te vean, cantas y quieres que canten contigo. La cerveza es – parafraseando de nuevo al Sr. Jackson – “una bebida civilizada.que se
ersonas Lichine, Jonhsonunidad de conocer a muchos js de televisio), en sagas narlo (Saintsbury, Simon, Lichine, Jonhsonque se





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martes, 19 de abril de 2011

Y JESUS TRANSFORMÓ EL AGUA ....EN CERVEZA



Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

           
LAS BODAS DE CANÁ POR MURILLO
Todos hemos oído la historia una y otra vez. Durante lo relatos de la vida de Cristo nos dice San Juan el evangelista que Jesús (San Juan 2:1-11) se encuentra con su madre y sus discípulos en Caná  de Galilea (cerca de Nazaret) departiendo en una boda. En un momento dado María, al ver que el vino faltaba, le ordena a los sirvientes que hagan lo que Jesús les indique.  Jesús, a su vez, ordena que se llenen de agua seis tinajas de piedra originalmente destinadas a las purificaciones de los judíos. Al revisar estas tinajas el contenido se había transformado en vino de gran calidad, lo que les permitió seguir la fiesta. Para Juan ésta es la primera señal de Jesús.  Fue, de hecho, el primero de los 39 milagros documentados en los evangelios canónicos. Hasta aquí todo está en orden ¿si? Pues bien, ¿y cómo la ven si les digo que en lo que transformó el agua Jesús fue cerveza y no vino?
Vámonos despacito, porque seguramente me estoy metiendo “entre las patas de los caballos” al mencionar la posibilidad de que haya sido cerveza y no vino lo que amenizó las célebres bodas de Caná.
Debemos tomar en cuenta varias cosas, entre ellas el hecho de que la Biblia originalmente no fue escrita en español, sino en Arameo, lo que abre la posibilidad de que a lo largo de tantos siglos y tantas traducciones hechas por tantas y tan diversas personas existan variaciones que al acumularse cambian algunas cosas. Esto no debería de sorprender a nadie, ya que esta situación la enfrentan hasta nuestros días los mejores y más capacitados profesionales de la traducción por el simple hecho de que los idiomas “no son el mismo con diferentes símbolos” sino interpretaciones totalmente independientes de la realidad de cada grupo humano. Aun hoy se debate la probabilidad de que, como consecuencia de un error de interpretación, Jesús y su papá José hayan sido en realidad canteros y no carpinteros, ya que en los escritos originales de la Biblia solamente se dice que eran “constructores”.
El lenguaje usado en el Medio Este durante la época de Jesús era el Arameo y algunos estudiosos de las sagradas escrituras apuntan que quizá fue cerveza a lo que estos textos se referían. La traducción literal del Arameo nos dice que Jesús trasformó el agua en una “bebida fuerte”, pero nunca mencionan que fuera específicamente vino, esa interpretación fue acuñada por los griegos –primeros traductores de la Biblia - quienes dijeron que era vino[i], ya que para ellos esa era su “bebida fuerte” tradicional y la cerveza – que para los griegos era una bebida de salvajes- resultaba indigna para un líder como Jesús. Consideremos además que estas traducciones se hicieron muchos años después de que todos los evangelistas y contemporáneos de Cristo había muerto, asi que no quedaba nadie para reclamar el “error” de traducción. Basta que una vez se haya cambiado la palabra “cerveza” por “vino” para que en todas las traducciones subsecuentes se repita.
Además en la traducción posterior de la Biblia al ingles antiguo se habla no únicamente de unas “tinajas de piedra” sino de una “línea de pilas de ale”, o “line of ale vats”. Si tomamos en cuenta que la palabra “ale” en el germánico antiguo se refiere a un tipo muy antiguo de cerveza, entonces la cosa se pone más interesante ¿verdad?[ii]
Permítanme echarle más leña a la lumbre: en la época de Jesús el principal cultivo y producto comercial de Tierra Santa eran los granos (cebada y trigo), junto con los olivares, las palmas datileras y las higueras, siendo la vid el menos cultivado. Las uvas eran raras ya que éstas fueron llevadas a esa región por los romanos de la época de evidentemente influencia griega, décadas antes del nacimiento de Cristo.  Resulta lógico pensar que cuando en Arameo se nos menciona que Jesús compartió con sus amigos una “bebida fuerte” y de “líneas de pilas de Ale” se referían a cerveza más que a vino.
EL PRINCIPAL CULTIVO EN EPOCA DE JESÚS
Es importante anotar que la principal bebida de exportación de los egipcios en los años de Jesús hacia la región del Mediterráneo era la cerveza. No existen evidencias de que hayan exportado vino[iii].
Debemos también tomar en cuenta que desde miles de años antes del nacimiento de Cristo, la “bebida fuerte” tradicional de la región era la cerveza, según se demuestra en el famoso “Himno a la diosa Ninkasi[iv]” de los sumerios, primer civilización registrada por nuestra historia, donde desde 6,000 años se describe la receta para fabricar cerveza (de hecho esta receta es históricamente la primer escrita por el hombre que se conoce). Esto sucedió en Mesopotamia en la región que hoy conocemos como Irak, desde donde según nos platica el padre jesuita Ronald Murphy, director del Departamento de Alemán de la Universidad de Georgetown [v] , la receta fue exportada a través de los años hacia las regiones que hoy conocemos como Armenia, Georgia, Rusia, Israel, y otras más.
Otra: la cerveza era la bebida para la población común y corriente, para el populacho. El pueblo celebraba con cerveza. Las fiesta de las bodas de Caná no era para aristócratas griegos o romanos, de otra forma Jesús, su mamá y sus amigos no hubieran sido invitados, por lo que también resulta lógico deducir que la bebida que se sirvió fura cerveza y no vino.
El vino no era en tiempos de Jesús una bebida “aspiracional” que el pueblo quisiera tomar para sentirse “de la high”, por el contrario representaba la opresión romana, era un símbolo del dominio imperial en Tierra Santa, ¿por qué habrían de querer celebrar una boda popular tomando vino?
La cerveza abundaba para la plebe - y Jesús fue “de la plebe”- mientras que el vino estaba reservado para la élite. La traducción original de la Biblia no la hizo la plebe, sino los cultos y estudiosos griegos quienes al tratar de decir que Jesús le ofreció a sus amigos la mejor “bebida fuerte” quisieron pensar que era vino ya que “casualmente” convenía mejor a sus intereses. 
LA ULTIMA CENA POR D'VINCI
Jesús no la llevaba muy bien con los romanos sino todo lo contrario. No hay un solo relato donde lo encontremos compartiendo el pan y el vino con los gobernantes romanos o con miembros de la clase adinerada quienes eran en realidad los que tenían acceso al vino.
Generalmente cuando pensamos en Jesús lo extraemos con escalofriante facilidad del contexto social y económico en el que le tocó vivir; persecución, represión, violentas luchas sociales, luchas políticas, religiosas, traiciones, asesinatos, desapariciones, violaciones, intereses económicos, privaciones, hambre y pobreza. Solemos imaginar a Jesús como un apuesto hombre barbado caminado estoicamente con sus sandalias, su blanca y resuciente túnica por los caminos y pueblos a la orilla del mar de Galilea con grupos de fans entusiastas y sonrientes a su alrededor, o departiendo su última cena en un amplio salón limpio e iluminado.  Nos gana el símbolo religioso en el que se convirtió y se nos olvida la terrible realidad que lo rodeaba. Jesús era de la plebe…comía y bebía lo mismo que comía y bebía la plebe.
Evidentemente esto que les comento sobre el primer milagro registrado del hijo de Dios sigue tendiendo el mismo impacto e importancia, independientemente de que haya sido vino o cerveza ¿qué no?
Ahora echemos a volar nuestra imaginación un poco más, si lo que tomaron en Caná fue cerveza entonces ¿qué tomaron en la Última Cena? ¿Será la sangre de Cristo cerveza en lugar de vino?
Para terminar les dejo otra inquietud: ¿saben cuál era uno de los principales alimentos que llevaban consigo los exploradores y ejércitos que recorrían la tierra y los mares conocidos de la época?….¡adivinaron! Era cerveza[vi], ya que no se echaba a perder con la facilidad del agua y otros alimentos como el pan, la carne o los vegetales. Entonces….¿no estaría también el arca de Noé cargada con tinajas y tinajas de cerveza?
El temas de la posible transformación del agua en vino no es nada nuevo. Se ha comentado y discutido en todo el mundo durante años. Los constantes descubrimientos arqueológicos nos han ayudado a comprender con mayor claridad nuestro pasado aclarándonos detalles que durante siglos estuvieron ocultos o erróneamente interpretados. Hemos podido dimensionar mejor las grandes figuras y eventos que dieron forma a nuestra civilización, a nuestras costumbres y a nuestras religiones. Hemos aprendido a abrirnos ante las posibilidades y a aceptarlas como realidad cuando la ciencia nos ayuda a comprobar su certeza.
¿Vino o cerveza? Finalmente eso es lo menos importante. La fé de los católicos trasciende la forma y se afianza al fondo, a la esencia de su religión.
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Bibliografía


[i] Oxford University Press. Traducción de los Evangelios por el padre jesuita Ronald Murphy.
[ii] “Alus” en Lithuano (ultimo país del Báltico en convertirse al cristianismo), “ölu” en Estonia, “Olut” en Finlandia, “öl” en Suecia, “ol” en Danés, “Ale” en ingles.
[iii] Historia de la Humanidad, Colección. Arlanza Ediciones. Barcelona
[iv] “La diosa nacida de aguas frescas y burbujeantes que llena la boca y alegra el corazón”. http://es.wikipedia.org/wiki/Ninkasi
[v] http://explore.georgetown.edu/people/murphyg/?PageTemplateID=128
[vi] Historia de la Humanidad, Colección. Arlanza Ediciones. Barcelona

miércoles, 13 de abril de 2011

EL SUME


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

En el año de 1935, cuando yo tenía 10 años, empecé a escuchar a mis papás de la necesidad de salir del lugar donde vivíamos, en el estado de Coahuila. 
Mi papá cultivaba en ese rancho lo que consumía la familia: maíz, frijol, papas y hortalizas; también criaban algunas especies de aves, como guajolotes, gallinas y cokenas. Tenía vacas finas que había traído del estado de Texas, donde vivió antes de casarse con mi mamá. Todo esto nos abastecía de alimentos muy nutritivos. Tenía también un "trapiche" (así le decían a una especie de molino movido por mulas, donde molían la caña y hacían la melaza y el piloncillo) adonde acudían los que sembraban caña y la procesaban pero no pagaban con dinero si no con la misma miel. Comida no faltaba, pero dinero sí y faltaba el dinero para los demás gastos. Las cosas se agravaron cuando el Presidente Lázaro Cárdenas hizo la repartición de tierras en ejidos y a mi papá no lo dejaron donde estaba, si no que le dieron tierra en un lugar árido y pedregoso donde no había agua. Ese fue el motivo principal que los hizo abandonar ese lugar.
Un hermano de mi mamá, Francisco Sánchez Quevedo “el tío Pancho”, que le gustaba exagerar las cosas, vino a Baja California  a conocer unas tierras que solicitaron al gobierno y mandó decir a mi mamá que aquí eran tierras de promisión, que se barría el dinero con la escoba y que había muy buenas escuelas. Esto último fue lo que más entusiasmó a mi mamá porque ambicionaba que todos siguiésemos estudiando, pero ¡oh, desilusión! Ni primaria había en el lugar a donde llegamos.
Para realizar el viaje mis papás vendieron en San Carlos todo lo que tenían; animales, aperos de trabajo, enseres de casa…todo. Iniciamos el viaje en una troca con redilas. Veníamos 21 personas en esa troca.
Pero lo más trágico fue cuando llegamos a un rancho llamado Sumi o El Sume. Ahí fue donde estaban las dichosas tierras. Pues allí llegamos a ese lugar todo polvoriento, sin casa, cansados del viaje. Había ahí una enramada de cachanilla, sin paredes llena de maquinaria vieja y le dijeron a mi mamá que por lo pronto allí nos acomodáramos.
Fue una gran tristeza, una gran desilusión y mi mamá dijo: "Nada más un año nos vamos a quedar aquí", pero eso fue para desahogarse de la mala impresión que le causó ese panorama, porque en San Carlos ya no teníamos nada, así que no hubo más que entrarle duro al trabajo.
Desmontar las tierras fue un trabajo muy duro. Entonces no había la maquinaria apropiada y tuvieron que hacerlo con hacha, machete, pico y pala. Mis hermanos mayores que tenían 15 y 16 años, trabajaron como adultos. En el verano mi papá los levantaba a las 4 ó 5 de la mañana para aprovechar las horas en que no se sentía tanto el calor.  
Llegamos en la noche del día primero de noviembre a Andrade (frontera con Los Algodones). Allí nos acomodamos como pudimos, para pasar otro día a Baja California. Cuando veníamos por Estados Unidos no vendríamos muy bien, pero como era carretera buena, no se desacomodaba nada, pero una vez que pasamos, todo saltaba dentro del troque, aquello parecía una licuadora. Había una plaga que le decían gusanos quemadores, todo estaba tapizado de ellos. En todos los años que tenemos aquí no he vuelto a ver otra plaga como esa. Yo creo que fue para darnos la bienvenida.
Pasaron como unos cinco años para que hubiera un poco de alivio en lo económico. En el transcurso de ese tiempo, apenas en diciembre de 1936, mi mamá se enfermó de pulmonía. En ese tiempo no había remedios eficaces contra esa enfermedad y se vio bastante mal. Con muchos trabajos la trajeron a Mexicali y Dios nuestro Señor le puso en su camino al Dr. Merino; médico muy considerado con la gente que no tenía dinero.  
Al siguiente año de que llegamos, se gestionó que enviaran a un maestro que atendía el primero y cuarto grados. La primaria la terminamos en Cuervos .
Con el esfuerzo de todos se fue mejorando la situación, hasta llegar a lo que actualmente todos conocemos.
Ahora reconozco que así como Dios le dijo a Abraham: "Deja tu lugar de origen y anda a la tierra que yo te mostraré", así a nuestros padres Dios los iluminó para salir de San Carlos y traernos a esta tierra, e igual que los Israelitas hemos peregrinado con mucho trabajo, a veces con desaliento y obras con optimismo para llegar a lo que somos actualmente: una familia numerosa, con aciertos y desaciertos, pero todos unidos con la ayuda de Dios. 
María Dolores Gaspar Vda. de Lozano.
Esto es El Sume, por lo menos para nosotros. Ahí empezó todo para nuestros padres y por eso Gustavo Gaspar Blanco y un servidor quisimos hacerle un pequeño nicho para recordarlo.
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jueves, 24 de marzo de 2011

LAS MUJERES Y LA CERVEZA


Por: Javier Sánchez

         Resulta más que justo hablar de las mujeres y su papel dentro de la extensa historia de la cerveza. Sin ellas muchos de los estilos que conocemos actualmente no hubieran sido posibles.  Por lo menos en mi caso tengo la fortuna de compartir mi vida con una mujer que aprecia la cerveza tanto como yo y que frecuentemente me sorprende con sus apreciaciones sobre los sabores, aromas, colores y texturas que encontramos. Definitivamente nada como el paladar de una mujer para descubrir cosas nuevas.
Estatuilla egipcia de mujer hacendo cerveza
         Desde su invención hace 12 ó 13,000 años hasta la Edad Media la fabricación de la cerveza era tarea reservada para las mujeres. Recordemos que  durante milenios la cerveza era considerada primero que nada un alimento, de ahí que las mujeres siendo las principales responsables de la elaboración de los alimentos en el hogar, tenían a su cargo la tarea de fabricarla.  En la antigua Mesopotamia, parte de lo que ahora es Irak, las mujeres fabricantes de cerveza eran altamente apreciadas.  En Babilonia las mujeres productoras de cerveza eran sacerdotisas en los templos, esta práctica se siguió reflejando aun hasta la Edad Media donde las mujeres eran parte fundamental en la fabricación de cerveza en los monasterios de esa época.
         Desde hace miles de años la cerveza ha sido considerada un suplemento nutrimental importante para las mujeres en la etapa de lactancia. Aun en la actualidad esta práctica está vigente sobre todo en el norte de Europa, al grado de que existen grupos de mujeres dedicados a promover el consumo de Stouts y Porters con este fin, aunque no todos los médicos apoyen esto.
         En la antigua Finlandia tenían una muy particular visión del origen de la cerveza. La creación del mundo está contenido en un antiguo canto llamado “Kalevala”, sus poemas que datan de hasta 1000 años A.C. describen que tres mujeres, Osmotar, Kapo y Kalevatar,  preparaban un festín para una boda a la que querían llevar la mejor de las cervezas, sin embargo sus esfuerzos no fructificaban porque no podían obtener la espuma que coronara la bebida. Fue entonces que a Kelevatar se le ocurrió mezclar saliva de la boca de un oso con miel de abeja y con ella lograron la tan apreciada espuma, obteniendo así los finlandeses el regalo de su primer cerveza.
         Para los anglosajones de la época post romana la fabricación de cerveza era parte importante de la ceremonia matrimonial. Las mujeres de la familia de la novia elaboraban una cerveza especial para la ocasión. Aun hoy el término en inglés “Bridal” que significa “nupcial” en español, viene de la frase “Bridal Ale” o cerveza de boda.
         A medida que avanzaba la Edad Media, el papel de las mujeres en la fabricación de cerveza en los monasterios fue disminuyendo hasta que finalmente fueron exclusivamente hombres quienes se encargaron de su fabricación.
         La revolución industrial de mediados del siglo XIX vino a terminar en definitiva con el monopolio femenino en la fabricación casera de la cerveza. Al convertirse cada vez con mayor fuerza en una rentable industria, fueron los hombres quienes tomaron las riendas de este proceso de fabricación hasta convertirla un una “bebida para hombres”.
Las mujeres vienen fuerte
         Esta situación, no obstante, tiende a cambiar de nuevo con el resurgimiento de las cervecerías artesanales en todo el mundo. Cada vez son más las mujeres que han vuelto a la cocina para fabricar sus propias recetas sorprendiendo a muchos que las consideraban exógenas a esta práctica.  Es también importante resaltar que las mujeres constituyen estadísticamente uno de los grupos que presenta mayores índices de crecimiento en el consumo de la cerveza, así que, ojo, las mujeres vienen de nuevo…y vienen fuerte.      
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jueves, 17 de marzo de 2011

LOS DIOSES DE LA CERVEZA


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Ceres
Tomarse una buena cerveza es definitivamente una experiencia religiosa…lo que sea que eso signifique. Lo cierto es que tomarse esa cerveza en el lugar adecuado y con la compañía adecuada es algo memorable que guardamos por mucho tiempo e incluso por toda la vida.
No es de extrañar que la cerveza haya estado acompañada siempre de entes divinos que desde tiempos inmemoriales rondan siempre que alguien se toma una cerveza, o varias…sobre todo cuando se toman varias.
El origen de la palabra Cerveza, para no ir más lejos, está relacionado con la diosa griega Ceres. Responsable de todo lo que tiene que ver con la agricultura, las cosechas (evidentemente de los cereales) y la fecundidad. Ella fue quien enseñó a los hombres a cultivar la tierra, sembrar y recoger el trigo, todo esto según los señores griegos y su mitología.
Por otro lado, hace unos 6,000 años en la Mesopotamia (por donde ahora está Irak más o menos)  los Sumerios, una de las primeras civilizaciones documentadas de la historia y grandes bebedores de cerveza a la que llamaban Sikaru, escribieron el célebre himno o canto a la diosa Ninkasi. Este himno contiene ni más ni menos que la receta escrita más antigua conocida por la humanidad y es, adivinaron, la receta de su cerveza.  En uno de sus fragmentos podemos leer frases como "Se cuece pan, se deshace en migas, se prepara una mezcla con agua y se consigue una bebida que hace a la gente alegre, extrovertida y feliz".
En el antiguo Egipto también le daban duro a la cerveza siendo su bebida más popular. Su tipo Henquet dulce y ligera y su Sejepet Jenea eran consumidas tanto por nobles como por esclavos. La inventora de la cerveza fue Osiris, divinidad relacionada con los cereales y quien venció a la sanguinaria leona Semjet (enviada por Ra para castigar la rebelión de los hombres)  dándole a tomar una cerveza roja haciéndole creer que era sangre humana, ya borracha la leona, todo fue darle la última puntilla.
En la mitología nórdica existe Byggvir un elfo sirviente del dios Freyr se convirtió en el dios de la cerveza por ser el responsable de las cosechas de cebada. Es importante recordarles que los vikingos fueron grandes bebedores de cerveza, incluyendo al gran “Thor”, dios del trueno entre otras cosas.
Los Celtas tuvieron a Sucellos, dios de la agricultura, los bosques y las bebidas alcohólicas. Suele representarse como un hombre barbudo con un martillo largo o un barril de cerveza suspendido en una polea.
Ometochtli
Los Aztecas no hacían malos quesos o, en este caso, no hacían mala cerveza. Nuestros ancestros contaban con Ometochtli, dios de la bebida y de la embriaguez y representado por un conejo, de quien decían era una animal sin sentido común. HaH Había otros dioses como Petecartl (también dios del peyote y las medicinas) y Tequechmecauiani, dios que cuidaba a los borrachos de morir accidentalmente. Estos dioses eran multitask ya que  en su jurisdicción entraba el pulque, la cerveza, otras bebidas y hierbas.  Había también un dios para los “crudos” llamado Quatlapanqui y otro para los afortunados nacidos en “el día del conejo” según el calendario azteca, quienes tenían derecho a estar borrachos todos los días y estaban exentos de cualquier restricción sin importar su comportamiento público o privado. Este dios era llamado Tepoxtecatl.
Me faltaron muchos otros dioses, como los Finlandeses, los Incas, los Chinos, los Hindús, los Japoneses, pero esos se los dejo de tarea para que tengan algo qué hacer mientras se toman una cerveza ¿qué les parece? 
Y los dejo con un bello poema de Camilo José Cela que dice:
"El rayo de sol se hace cerveza
al llegar al corazón de la
caldera donde se cuece, y la
cerveza siembra la poesía en
los corazones cuando pasa a la
sangre cayendo por la
garganta abajo"
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

Comentarios: javier@elsume.com

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