martes, 13 de abril de 2010

LA CERVEZA EN LALALANDIA, BAJA CALIFORNIA, MEXICO

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

El fin de semana pasado mientras transitaba por la Avenida Justo Sierra se me ocurrió comprar una buena cerveza estilo Stout para acompañar la comida en mi casa con mi esposa, así que me detuve en uno de los muchos autoservicios de conveniencia que se ubican por esa vía y me bajé a preguntar. El dependiente, muy amablemente, me indicó que pasara al refrigerador ubicado al fondo y que en la puerta de la izquierda encontraría varias marcas. Me comentó incluso que había llegado muy a tiempo porque recién acababan de recibir unas caja de Fuller´s London Stout, una de mis preferidas. Me dirigí hacia el refrigerador indicado por el empleado y, en efecto, encontré la Fuller´s, pero además me encontré una buena dotación de otras excelentes marcas como Guinness, Young´s y hasta Cucapá. Compre mis botellas y salí feliz del local.
Ayer, después de terminar la transmisión de nuestro programa de radio “La Junta”, mi estimado Cheve Meister Mariano y mi compadre Luis, nuestro psicólogo de cabecera, nos trasladamos a un pequeño Pub ubicado sobre la avenida Madero para ponernos de acuerdo sobre el tema del próximo programa. Llegamos y me compadre pidió una excelente Hefewisen estilo Belga, Mariano una cerveza trapense Chimay y yo, para dormir a gusto, tomé un deliciosos Barley Wine de la cervecería Stone. Platicamos un rato y después de arreglar nuestro asunto cada quien se fue a su casa. En el trayecto me detuve en una pequeña tiendita a comprar pan y una botella de cerveza Lámbica Framboisé que le encanta a mi señora porque –dice ella- “parce una champañita ligerita de fruta”.
Todo marchaba de maravilla en Lalalandia, los pajarillos cantaban y las nueves se levantaban y justo cuando una fresca brisa acarreaba hacia mi un perfumado olor a flores silvestres y me disponía a destapar la primera de la tarde…¡zas! Suena el teléfono sólo para oir del otro lado de la línea a un gris ejecutivo de algún banco a miles de kilómetros de aquí queriéndome vender algo que no entendí. Todo se derrumbó de repente sin la menor misericordia. El sueño había terminado abruptamente dejándome de nuevo en la mitad del desconsuelo….nunca existió el autoservicio de la Justo Sierra ni la Stout….nunca el pequeño pub de la Av. Madero con su variedad infinita de cervezas ni, por supuesto, la acogedora tiendita de la cerveza Lámbica……Lalalandia desapareció…¡Pop! como una burbuja de jabón bajo el sol.
Y volví al mundo real, donde conseguir buenas cervezas de cualquier parte del mundo es todavía un sueño. Salgo y veo de nuevo los expendios de Tecate….de Corona…..y tan-tan. Entro a un restaurante o a una tienda y tengo que elegir entre los unos o los otros. Qué tristeza ¿no les parece? En esta ciudad donde presumimos a los cuatro vientos que somos orgullosamente cerveceros y que la botella que le sigue al biberón en la cahuama helada, es donde menos sabemos de cerveza. Nuestra cultura alrededor de esta bebida es paupérrima, en lugar de verla como algo que nos pertenece y que ha sido parte de nuestra comunidad desde su fundación misma, la desdeñamos. Se nos olvida que seguramente los eventos y decisiones más importantes de nuestra vida como mexicalenses fueron tomadas junto con una cerveza; cumpleaños, funerales, reuniones de negocios, declaraciones de amor, declaraciones de guerra, firmas de contratos, matrimonios, divorcios, fiestas, desamores, serenatas, nacimientos, reencuentros, despedidas…o simplemente una tarde sentado en el jardín mojándote con una manguera mientras dejas que el sol termine de hacer lo suyo.
Generar una cultura cervecera es algo altamente valorado en muchos pueblos, ciudades y países enteros. Buscan, apoyan, actúan tratando de que la cerveza siga siendo parte de sus tradiciones. Los gobiernos lo promulgan y empujan, los comerciantes lo fomentan, la gente del pueblo lo platica con orgullo a quienes los visitan….y todos salen ganando, no sólo unos cuantos, sino todos.
¿No sería maravillosos que todos pudiéramos comprar la marca de cerveza que en ese momento se nos antojara sin necesidad de andarla “cajuelenado”?
Y los dejo con el Himno de Lalalandia, esperando que esta semana tengan la suerte de tomar una cerveza nueva que, seguramente, no venden en la tienda de la esquina.

“I see trees of green, red roses too
(Veo árboles verdes y rosas rojas también)
I see them bloom for me and you
(Las veo florecer para tí y para mi)
And I think to myself, what a wonderful world
(y pienso “qué mundo tan maravilloso”)
I see skies of blue and clouds of white
(Veo cielos azules y nubes blancas)
The bright blessed day, the dark sacred night
(el brillante y bendito día, la obscura y sagrada noche)
And I think to myself, what a wonderful world
(y pienso “qué mundo tan maravilloso”)
The colours of the rainbow, so pretty in the sky
(Los colores del arcoiris, hermosos en el cielo)
Are also on the faces of people going by
(también se vé en los rostros de la gente que pasa)
I see friends shakin' hands, sayin' "How do you do?"
(veo amigos dándose la mano, diciendo “Hola, como estás”)
They're really saying "I love you"
(en realidad se dicen “te quiero”)
I hear babies cryin', I watch them grow
(escucho niños que lloran, los veo crecer)
They'll learn much more than I'll ever know
(aprenderán mucho más de lo que yo jamás sabré)
And I think to myself, what a wonderful world
(y pienso “qué mundo tan maravilloso”)
Yes, I think to myself, what a wonderful world…Oh yeah
(sí, pienso “qué mundo tan maravilloso”….oh sí)
George Weiss / Bob Thiele

Nos vemos cada martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies. si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com. Ahí te esperaremos el Cheve Meister Mariano y yo para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock.

Javier “Sunshine II” Sánchez, comunicólogo, publicista, rockero y devoto de Ninkasi “la diosa que alegra el corazón” . ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com o visita el Blog www.chevestuff.blogspot.com

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