EL FIN DE LA HISTORIA DE LA GUERRA DEL APV

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Esta historia no tiene nada que ver con la época de la prohibición en los Estados Unidos. Es una historia mucho más reciente. Me atrevería a decir que es producto de nuestros tiempos. Ya habíamos dado cuenta de esta guerra feroz entre algunas cervecerías tanto en Europa como en America un artículo llamado “La Guerra del Alcohol” publicado por el mes de abril de 2010. En ese artículo narré la evolución que han tenido las cervezas en lo referente a su contenido de Alcohol Por Volúmen o APV. En un apretado resumen anoté lo siguiente:
- Las cervezas normales –las que consumimos tu y yo cualquier día de la semana – contienen entre un 3% y un 5% de APV
- Tradicionalmente las cervezas con mayor porcentaje de APV eran las conocidas como Barley Wine que andan entre un 6% y un 12%. Si lo comparamos con un vino tinto, notarán que la cerveza anda peligrosamente cerca y en algunos casos igual.
- En las últimas dos décadas esta regla se rompió y reiteradamente se ha seguido rompiendo.

En el año de 1999 por primera vez probé una cerveza que desafió los límites tradicionales con un pavoroso 21% APV: la MILLENIUM, de la cervecería bostoniana Samuel Adams, una de las fabricas artesanales más innovadoras en Estados Unidos. No pasó mucho tiempo, apenas tres años, cuando ellos mismos lanzan al mercado UTOPIAS, otra cerveza que ahora subía la vara hasta un 27%APV que además ostentaba el título de ser la cerveza más cara del mundo: 250 dólares la botella de 750ml. Estas hermosas botellas numeradas que amulan un tanque de fermentación de cobre de finales del siglo XIX se convirtieron rápidamente en objetos de colección. La guerra apenas comenzaba.
Martin Dikie y James Watt llegaron a romper de nuevo con el cuadro en con su “cervecería para punks” BREW DOG OF FRASERBURGH. El nombre de su cerveza lo decía todo: TACTICAL NUCLEAR PENGUIN con un 35% de APV. Hagan cuentas y verán que juega ya en las ligas del tequila, del wisky y del cognac.
Los alemanes, que se quedaron con la espinita de no haber podido conquistar Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial, contraatacaron su cerveza SHORSCBOCK 40 que, adivinaron, ostentaba un 40% de APV…¡ufff!
En menos de un año, a principios del 2010, Martin y James devolvieron la afrenta con SINK THE BISMARCK (más directa no pudo haber sido la alusión ¿no creen?) con 41% de APV. Hasta ahí las cosas parecía que los tiempos de paz habían llegado…pero eso no fue más que una fugaz quimera. Sin provocación perceptible de parte de nadie y sin aviso alguno, BREW DOG (www.brewdog.com) ataca de nuevo no solamente a los alemanes, sino a todo aquel que estuviera siquiera pensando en cuestionar su supremacía en esta despiadada guerra del alcohol. Apenas hace un par de meses editan “THE END OF HISTORY” con 55% de APV. La provocación fue temeraria y evidente cuando valiéndoles gorro las críticas que se vendrían en cascada provenientes tanto de la industria cervecera como me todas las asociaciones protectoras de animales en el mundo, empacaron sus botellas en armiños y ardillas grises disecadas…..sí, leyeron bien….las botellas vienen dentro de un animal disecado. Esta cerveza rubia estilo belga, infusionada con ortigas de las Highlands y bayas de enebro fresco, la venden con un certificado de autenticidad a un precio de introducción de $765 dólares cada botella de 12 onzas. La edición de THE END OF HISTORY es muy, muy, muy limitada: sólo 11 botellas, 7 armiños y 4 ardillas grises, así que dudo que alguien por aquí puedas hacerse de una de llas.
Según comenta el taxidermista contratado por BREW DOG, todos los animales utilizados fueron muertos por atropellamiento, así que resulta imposible acusarlos de matar animales con fines de comercialización vil. Si les interesa ver el video promocional de esta cerveza, métanse a la siguiente dirección http://vimeo.com/13537656 y tendrán una idea del perfil psicológico de Martin Dikie y James Watt, responsables de una de las fábricas de cerveza más extremas de este planeta.
¿Terminará aquí la guerra del alcohol? Nadie se atreve a asegurarlo. Desde mi particular y pocas veces humilde punto de vista esta guerra entre cerveceros esta lejos de terminar. Seguramente tomará nuevas formas, otros caminos pero siempre estará ahí para beneplácito de todos nosotros.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.
Los espero los martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock. Si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com.

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CHATEAU JIAHU ¿LA CERVEZA MÁS ANTIGUA?

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Una de las preguntas que con mayor frecuencia me hacen, además de cuál es la cerveza que más me gusta, es cuál es la cerveza más antigua. Y siempre les contesto lo mismo: NPI (No Poseo Información).
La fabricación de la primer cerveza seguramente fue, como tantas otras cosas, un accidente. Yo me imagino a una hacendosa madre de una familia nómada hacia finales del neolítico que mientras su marido se dá de trompadas con alguna fiera salvaje para traer algo de carne a su choza, cosecha amorosamente algunos granosa de cebada salvaje para hacer pan. Alguno de esos panes al quedar bajo la lluvia invernal se humedecen y se fermenta con levaduras que libremente les arrima el viento, dando como resultado un líquido turbio entre dulce y amargo que “alegra el corazón” como dice una estrofa del himno a la diosa sumeria NINKASI. Lo demás es historia.
La verdad no tengo la certeza de que así sucedió, pero la historia es bonita. La forma exacta en la que nuestros neolíticos ancestros fabricaron la primer cerveza se pierde en un mar de elucubraciones en el que no vale la pena meternos a nadar en este momento. Lo que sí es seguro es que todos los estilos de cerveza que conocemos en nuestros días son producto del ingenio de los pobladores del centro-norte-este de Europa.
Vale la pena resaltar algunos de los esfuerzos que en la actualidad empresas cerveceras han efectuado intentando rescatar la cerveza en sus estados primitivos. Tal es el caso de DOGFISH HEAD, cervecería caracterizada por su permanente búsqueda de cervezas exóticas, como una elaborada con agua de la Antártida y otra a la que se le agrega jengibre cristalizado. De ahí que no nos asombre enterarnos de que una de sus más recientes creaciones sea CHATEAU JIAHU, una cerveza obscura con 8.0% de alcohol por volumen con sabor a uvas y flores, cuya receta se encontró en un entierro efectuado en la época neolítica en China.
Ya anteriormente DOGFISH HEAD nos había sorprendido con las cerveza MIDAS TOUCH – con una receta extraída de la tumba del Rey Midas de 2,700 años de antigüedad - y con THEOBROMA – cuya receta data de 1,200 A.C. en la época cuando los humanos empezamos a consumir el cacao como alimento, pero esta vez viajaron 9,000 años en el tiempo para rescatar esta receta de entre las vasijas de una tumba en la villa de Jiahu al norte de China. “Esta receta, nos dice el Sr. Sam Calagione, propietario de DOGFISH HEAD, debe haber dado como resultado una bebida de mal sabor, amarga y hedionda que la gente tomaba con popotes para no tragarse los residuos que flotaban en las vasijas.”
Detrás de este descubrimiento se encuentra en Sr. Patrick McGovern, arqueólogo molecular de la Universidad de Pensilvania y del Museo de Arqueologías y Antropología, quien estudia bebidas fermentadas antiguas mediante en análisis de antiguos fragmentos de ollas de cerámica. El Sr, McGovern en colaboración con DOGFISH HEAD se han abocado a revivir bebidas antigua como JIAHU que data de la época de las primeras civilizaciones conocidas. Los ingredientes de la bebida alcohólica encontrada en dichos residuos eran arroz, uvas, bayas de espino, miel de abeja y flores de crisantemo. La receta actual evidentemente ha interpretado esos datos para producir una bebida que se adapta al gusto actual y que resulta a todas luces una experiencia verdaderamente excepcional. No deben privarse de la vivencia de probar estas cervezas, sobre todo cuando tenemos acceso a ellas en lugares tan cercanos como San Diego.
Como pueden darse cuenta, el mundo de la cerveza sigue expandiéndose y no deja de asombrarnos día a día. Basta con arriesgarnos un poco más e ir un poco más allá de la tienda de la esquina para encontraremos sorpresas ininmaginables.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad.
Los espero los martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock. Si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com.

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ALGUNOS DATOS Y MITOS SOBRE LA CERVEZA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

En alguno de los textos publicados en esta columna allá por octubre del 2009 hablaba del crecimiento en el consumo de cerveza en nuestro país a lo largo del tiempo (consulta “la Historia de la Cerveza en México” en blog que te anoto abajo). Este crecimiento sustentado únicamente por cervezas tipo lager fabricadas por los dos grandes consorcios cerveceros nacionales, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma y Cervecería Modelo quienes desde hace décadas compiten ferozmente por ganarse la aceptación de los mexicanos.
En esta ocasión me permitiré anotar algunos datos que me parecen interesantes, si no tienen ustedes algún inconveniente.
Comenzaré por anotar que la cerveza es la bebida alcohólica preferida por los mexicanos y que el consumo promedio “per cápita” ronda los 34 litros por año. Afirmamos los mexicanos a través de encuestas realizadas que solamente 8 de cada 1,000 tomamos diariamente en una proporción de 7.5 hombre por cada mujer. También afirmamos que el mayor consumo de cerveza por volumen se da entre los 18 y los 29 años. Un dato interesante es que aunque afirmamos que tomamos no muy seguido, cuando lo hacemos es en grandes cantidades.
El número de mexicanos que se considera dependen del alcohol y presentan datos de abuso del mismo es de más de 4 millones, de los cuales tres cuartas partes son hombre y el resto mujeres. Los problemas que esta situación genera son principalmente con la familia del tomador (casi un 11%), los pleitos (6%), problemas con la policía (casi 4%) y los problemas laborales (casi un 4%). Interesante ¿No?
Entre aquellos que voluntaria o involuntariamente pistean de más se han generado una serie de creencias que a lo largo de los años parecen fortalecerse con la praxis. Alguna vez nos hemos visto en la necesidad de buscar una cura milagrosa que nos permita recuperar la vertical ante los embates del exceso de cervezas y de alcohol en general. Todos –no nos hagamos patos- hemos intentado desesperadamente bajarnos alguna borrachera. Pues bien, de acuerdo a un documento que me enviaron recientemente, les paso algo de información para documentar su optimismo.
"Si sudo, se me baja la borrachera". Falso: sólo entre el 7% y el 10% del alcohol que se consume se elimina por sudor y orina; el otro 93% o 90% se metaboliza en el hígado.
"Revolver bebidas diferentes provoca que te emborraches más rápido". Falso: lo que intoxica a un bebedor no es la mezcla de distintas bebidas, sino la acumulación de alcohol en la sangre, independientemente de la presentación o sabor de la bebida que lo contenga. Lo que hace que se acumule alcohol en la sangre es la cantidad y la velocidad con la que se ingiere, no su sabor.
"Un café cargado baja la borrachera". Falso: nada acelera el proceso de desintoxicación, que es lo que se conoce como "bajarse la borrachera”. Sólo el tiempo traerá como resultado la disminución de los síntomas de intoxicación; no hay ningún remedio que acelere la acción del hígado, un adulto (mayor de 18 años), en buenas condiciones generales de salud, requiere una hora aproximadamente en metabolizar cada copa ingerida.
"Aplicar hielo en los órganos genitales baja la borrachera". Falso: no existe ninguna relación entre el grado de alcoholización de un bebedor y la temperatura de sus genitales. Irrumpir en una zona tan delicada como lo es la genital, no traerá otro resultado que la incomodidad del sujeto y, si acaso, un cambio en la temperatura local. Nada ocurrirá con su intoxicación.
"Las bebidas alcohólicas azucaradas emborrachan más". Falso: la presencia de azúcar no cambia en nada las cualidades del alcohol que contiene una bebida. El azúcar enmascara el sabor del alcohol y por ello el bebedor no se da cuenta de su presencia; esto puede ocasionar que se beba más.
Bien señoras y señores, de acuerdo a estos datos ante una mala borrachera no tenemos salvación. El castigo a nuestros excesos es ineludible. Cada quien sabe lo que aguanta así que ahí “llévensela tanteada” como decía mi abuelita.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?
Ten presente que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina. Exploren, diviértanse, piérdanse en la diversidad.
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NOTA: Los datos anotados fueron abstraídos de la Encuesta Nacional de Adicciones, coordinada por la Secretaría de Salud y del documento “Mitos del Alcohol” que me facilitaron los amigos de Cuauhtémoc Moctezuma. Muchas gracias.

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LA CERVEZA EN CHINA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Cuando alguien se pregunta cuál es el país que fabrica más cerveza por volumen en este planeta, seguramente no piensa en China. Probablemente piensa uno en Estados Unidos o el Alemania ¿pero China? Créanme que de igual forma yo no lo creí al principio, pero así es. ¿Cómo es esto posible si China es uno de los países que tiene uno de los más bajos consumos de cerveza per cápita del mundo con menos de 30 litros al año? Menos que otros países orientales como Japón y Corea. Déjenme platicarles un poco de cómo se ha desarrollado esta increíble historia.
China tiene una relación milenaria con la cerveza. Existen evidencias de que los Mongoles y diversos grupos étnicos de la región han venido fabricando cerveza desde hace algunos milenios. Inicialmente –al igual que los sumerios en Mesopotamia – se fabricaba como alimento. Sin embargo fue hasta mediados del siglo 19 que llegaron a China las primeras cervezas Lager gracias a los avances tecnológicos producto de la revolución industrial en Gran Bretaña,. Recordemos que la actividad comercial entre ambos países era muy intensa ya en esa época, lo que provocó que diversos empresarios ingleses introdujeran este nuevo producto buscando expandir sus horizontes y sus utilidades. Por otro lado los alemanes establecieron la primer fábrica de cerveza en China en el año de 1897, precisamente en Tsingtao. A medida que los gobiernos occidentales empezaron a incrementar las concesiones en China, el número de cervecerías también fue creciendo.
El establecimiento de cervecerías dentro de la China Continental tenía inicialmente un objetivo muy evidente: dotar de este vital líquido a los colonos europeos que en cantidades cada vez mayores llegaba a ese país, y mantener contentas a las fuerzas militares apostadas en los cientos de cuarteles diseminados por todo el territorio chino. Estas fórmula fue repetida en todas las colonias inglesas, holandesas, alemanas y francesas del mundo. Enviar cerveza desde sus países de origen era posible pero resultaba complicado, además de que en muchas ocasiones el producto llegaba en mal estado por las enormes distancias que debían recorrer y los cambios de temperatura que sufrían.
Durante años los misionero cristianos que recorrían China en el siglo 19 mantuvieron una fuerte oposición al consumo de alcohol, de la misma forma que los prohibicionistas lo hicieran años después en los Estados Unidos, sin embargo los industriales cerveceros norteamericanos respondieron con campañas publicitarias y propagandísticas, contundentes que hablaban de que el alcohol era sano llegando a manejar frase como “el alcohol americano te cura del ópio”.
En la época de la gran revolución china de Mao, todas las fábricas de cerveza del país fueron nacionalizadas. En paralelo durante este período se incrementaron el número de granjas que cultivaban lúpulo, buscando que todos los ingredientes de las cervezas chinas fueran cultivados dentro del mismo país para lograr la máxima independencia posible.
Cuando el gobierno comunista chino relajó sus férreas políticas nacionalistas surgieron de nuevo empresarios que empezaron a abrir sus fábricas en diversas ciudades, resurgiendo con ello el inmenso potencial del país más poblado de la tierra. Actualmente prácticamente en todos los restaurantes y establecimientos de alimentos de ese país se vende cerveza.
Desde el año 2002 China se convirtió en el mayor fabricante de cerveza, produciendo más del 22% de toda la cerveza que se consume a nivel mundial. Esto representa más de 395 millones de hectolitros. Le sigue Estados Unidos, Rusia y Alemania.
La cerveza Tsingtao es la marca china más reconocida a nivel internacional, fabricada por la Tsingtao Brewing establecida en 1903, que cuenta con 50 fábricas y tres plantas de malta en 18 provincias y ciudades de China. Esta fábrica ha estado exportado su producto desde 1954. Además en 2002 Tsingtao firmó con Anheuser Busch un acuerdo que la catapultó hasta el octavo lugar.
No cabe duda, los chinos son algo serio y además son muchos,
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?
Los dejo no sin antes recordarles una vez más que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina. Exploren, diviértanse, piérdanse en la diversidad.
Nos vemos el martes a las 8 de la noche en “La Junta de Mejoras” por la 940 Oldies. Si tienen computadora búsquenos en www.940oldies.com. Ahí te esperaremos el Cheve Meister Mariano y yo para pasarnos un buen rato entre buenas cervezas y buen rock.

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