jueves, 17 de febrero de 2011

MI PUB ES...


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

La vida diaria no es nada bonita. Desde que nos levantamos nos echamos nuestro primer pleito con el despertador. Seguramente al llegar al trabajo no todo será miel sobre hojuelas, menos si llegó un requerimiento de Hacienda amenazándote porque según ellos se te pasó pagar el impuesto sobre chicles pegados debajo de la mesa del año 1978. No faltará el cliente que te haga añorar los hornos crematorios nazis, o el proveedor que no vive en la misma dimensión temporal del resto de mundo y te entrega lo que pediste cuando ya no te acuerdas para que lo habías pedido. Debemos agregarle la balacera en el mercado por el que pasas diario y el secuestro del primo del vecino que, aunque no tengas el placer de conocer, no deja de preocuparte. Las declaraciones de nuestros políticos y las de otros que ni siquiera son nuestros, etcétera, etcétera, etcétera…”life is a bitch”, como dicen nuestros vecinos. Nunca había sido tan necesario un refugio, un remanso de cordialidad donde puedas hablar de nada, oir de todo y, por supuesto, beberte una buena cerveza. He tenido la dicha de visitar varios de esos pequeños refugios en varios países, se llaman “Pub”.
Evidentemente no estoy hablando de “antros” ni de “tarrerías”, ni de “cafés cantantes (qué nombre tan raro ¿no?)”, sino de un lugar muy diferente. Permítanme intentar describirlo:
Primero que nada no tiene “rockola” ni “taca-taca”. Hay música, claro, y de la mejor…pero su volumen te permite comunicarte con tu vecino. Ese pequeño detalle promueve enormemente la convivencia y logra que la cerveza haga lo que mejor sabe hacer: lubricar las relaciones sociales. Nadie está sólo. Todos parecen ser tus conocidos.
Por otro lado hay luz suficiente para ver por dónde caminas y ver al resto de las personas que están en el lugar. Puedes ver incluso lo que te estás tomando.
Encuentras parejas, solo mujeres o sólo hombres departiendo y platicando.
Nadie está “over dressed” o “under dressed”, como vayas armonizas con el entorno.
No ves boleros, chicleros, tríos bernáculos ni gente ofreciendo “toques eléctricos”.
Un Pub es el mejor lugar para hacer nuevos amigos o para encontrarte con los viejos amigos. Un lugar donde no es necesario hacer una cita para tener una reunión.
Una pieza fundamental del Pub es por supuesto la cerveza. Debería de decir la variedad de cervezas, esa bendita variedad que te permite elegir entre una porter, una pale ale, una de trigo, una brown ale, una pilsner o la que se te pegue la gana. Un Pub es un lugar donde se te quedan viendo feo si llegas y pides “una cerveza” como si en este mundo sólo existiera de un tipo.
El Pub debería tener autonomía como si fuera una pequeña universidad. Las cátedras que uno recibe o dá en esos lugares son dignas del mejor de los tratados filosóficos. El mundo sería mejor si hubiera un Pub cada dos cuadras al que  pudiéramos ir cada tarde caminando tranquilamente desde nuestra casa, tomarnos una o dos cervezas y regresar  a nuestra casa a prepararnos para la batalla del siguiente día.
 ¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.

Comentarios: javier@elsume.com

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