viernes, 30 de octubre de 2009

LAS CHICAS DEL OTOÑO


(Colaboración de Mariano Rayón publicada con su autorización)

Con la entrada del otoño, cuando el clima empieza a cambiar refrescando sobre todo las noches, se antoja tomar cervezas diferentes a las lagers que tanto nos refrescan y nos satisfacen en el cálido verano. Desafortunadamente aqui en Mexicali, debido al clima tan extremoso que tenemos, no conocemos los climas intermedios que disfrutan en otras partes del mundo. Únicamente conocemos el frío y el calor. Durante el verano solemos medir la temperatura en con una escala muy particular: ”El calor esta a 3 cahuamas por hora”.
Como hace más calor que frío durante el año, estamos acostumbrados a las cervezas “light” o de tipo pilsner que se caracterizan por su cuerpo liviano, color dorado pálido , bajo contenido de alcohol, y sobre todo que se pueden tomar a temperaturas cercanas al punto de congelación. La raza anda buscando dónde se vende las cheves más heladas “que quemen gasnate”. Todo lo anterior es clásico de nuestra muy propia cultura cervecera local.
En esta época del año donde a veces “esta a cero grados" (o sea ni frío ni calor), los cerveceros en diferentes partes del mundo elaboran cheves características a esta temporada otoñal, que se caracterizan por ser de fermentación alta (Ale), por tener más lúpulo en su contenido, por agregarle más malta de cebada, por adicionarle especias de la temporada, por tener mas carácter y cuerpo y por tener más contenido de alcohol. A continuacion me permito recomendar las siguientes 10 cheves que son para tomar en esta temporada y a las que nombro: Las Chicas del Otoño.

1. Stone Vertical Epic Ale(09.09.09)con 8.9% alcohol por volumen.
Elaborada por Stone Brewing Co. en San Marcos, California (condado de San Diego), considerada de las mejores micro cervecerías en EUA. Esta cerveza es al estilo obscura y fuerte de las cheves de Bélgica. Elaboración limitada.

2. Lagunitas A Little Sumpin’Extra Ale con 8.74% a.p.v.
Elaborada por Lagunitas Brewing Co. en Petaluma, California (la capital del pollo). Cerveza al estilo India Pale Ale Imperial (doble). Elaboración limitada.

3. Avery The Kaiser con 9.3% a.p.v.
Elaborada por Avery Brewing Co. en Boulder, Colorado. Cheve al estilo Marzen/OktoberFest. En la etiqueta viene foto del Kaiser Von Bismarck. Elaboración limitada.

4. Dogfish Head Punkin’ Ale con 7.0% a.p.v.
Elaborada por Dogfish Head Craft Brewery en la costa este de EUA, estado de Delaware. Elaborada con calabaza, nuez moscada, canela y pimienta gorda y le va acorde a Halloween. Elaboracion limitada.

5. Paulaner Oktober Fest Marzen con 5.8% a.p.v.
En 1810 el Príncipe Ludwig de Baviera se caso con la Princesa Teresa iniciando el party cervecero más grande del mundo hasta la fecha (OktoberFest). La cervecería Spaten adoptó la lager tipo Viena llamándola Marzen(Marzo). Spaten inventó la cheve tipo Marzen pero Paulaner la perfeccionó. No le puede poner peros a la etiqueta donde muestra una fila de doncellas alemanas acarreando tarros con cheve. Disponibilidad todo el año.

6. Firestone Walker Pale 31 con 4.8% a.p.v.
Elaborada por Firestone Walker Brewing Co. en Paso Robles,California al estilo Pale Ale. Se almacena en barricas de robles,
impartiéndole un sabor muy característico. Muy tomable. Disponibilidad todo el año.

7. Alesmith Speedway Stout con 12.0% a.p.v.
Elaborada por AleSmith Brewing Co. en San Diego,California al estilo Stout Imperial. Alesmith esta considerada dentro de las mejores micro cervecerías en el mundo y esta cheve en particular esta considerada dentro de las 10 mejores en el mundo. Una bomba en cuanto a contenido de alcohol. Disponibilidad todo el año.

8. Sierra Nevada Chico Estate Harvest Wet Hop Ale con 6.7% a p.v.
Elaborada por Sierra Nevada Brewing Co. en Chico, California al estilo India Pale Ale, con ingredientes sembrados y cosechados 100% en los mismos campos de la cerveceria. Es una bomba de lúpulo con aromas de pasto y pino. Elaboración limitada.

9. Ayinger Oktober Fest-Marzen con 5.8% a p.v.
¿Otra cerveza OktoberFest? ¿Estaré obsesionado? Elaborada en la aldea de Aying en Baviera. Es más liviana que sus contrapartes con una vibra de sabor a pan y un acabado refrescante. Disponibilidad todo el año.

10. Russian River Consecration Ale con 10.0% a.p.v.
Elaborada por Russian River Brewing Co. en Santa Rosa, California. al estilo Ale salvaje. Se almacena en barricas que contuvieron vino cabernet sauvignon y le agregan higos y pasas de Corinto. Elaboración limitada.

Estas excelentes cheves las pueden encontrar principalmente en BevMo, directamente en las cervecerías de San Diego y probablemente en Von's. Les deseo una feliz cacería, no se arrepentirán. ¡Promuevan la buena cerveza!

Cheve Meister Rayón

También es profesionista, rockero y amante de la cerveza como su colega Sunshine II.

miércoles, 28 de octubre de 2009

LO NEGRO Y LO AMARGO


Sunshine II

Estoy seguro que durante un instante pensaste que esta era otra de esas columnas enfocadas a enfatizar lo difícil de la crisis financiera actual que agobia a nuestro país y al mundo entero, si embargo me temo que tendré que decepcionarte. Mi idea es hablar de algo más amable que espero logre distraerte un poco de lo negro y lo amargo de nuestro entorno.

Me imagino que en algún momento te has visto en la disyuntiva entre tomarte una cerveza clara o una obscura. Difícil decisión que seguramente has sabido solucionar en nanosegundos sin darle tiempo a quien te ofrece esta opción para que se raje y de deje con la boca seca. Ahora que si quien te la ofrece te cae gordo y quieres que tu interlocutor no te hable por el resto de su vida contéstale algo como “por favor dame una cerveza de unas 18 a 26 unidades SMR y 25 IBUs”. Te aseguro que nunca volverás a pistear con él. Espero poder aclararles un poco esta situación
Espero poder aclarar un poco esto de los SMR y los IBU. Ponerse de acuerdo en cómo medir el color y el amargor de una cerveza no fue cosa fácil. Durante siglos esto probablemente no era algo importante ya que los recipientes en los que se tomaba la cerveza eran de cerámica, metal e incluso madera, lo que no permitía ver el color de la cerveza, pero cuando el vidrio entró a la jugada todo cambió. De repente el color era parte del atractivo de tomar cerveza además de su sabor. De forma muy básica les comento que el color de la cerveza lo determina el grado de tostado de sus granos y el proceso al que éstos se someten antes de envasarla, y el grado de amargor lo determina el estilo y cantidad del lúpulo utilizado.
Para ponerse de acuerdo y tener una referencia que fuera aceptada por los productores de todo el mundo hubieron de reunirse los más importantes maestros cerveceros, malteros y científicos afines en lo que se llamaría la European Brewery Convention (EBC). En ella convinieron (para eso son las convenciones) establecer la escala de color y Amargor EBC que se basa en el Standard Reference Method (SRM) y en la escala International Bitterness Units (IBU). No pretendo ni lejanamente meterme en descifrar y explicar las complejas fórmulas que sustentan estas escalas de medición, mi objetivo estaría conquistado si logro comunicarles cómo esta escala se aplica a las cervezas que todos conocemos.
Las cervezas más claras tienen de un 1 a un 2.5 SMR y las de sabor más suaves tienen menos de 10 IBU. Mientras que las cervezas más obscuras superan los 40 SRM y las más amargas superan los 60 IBU. Vamos poniendo una tablita para ejemplarizar esto:

TABLA DE COLOR EN SRM
Agua 0.0
Light Americana 1 a 2.5
Clara 2.5 a 3.5
Regular 3.5 a 5.5
Ambar Light 5.5 a 10
Ambar Pale 10 a 18
Ambar obscura 18 a 26
Oscura 26 a 40
Negra 40+

TABLA DE AMARGOR EN IBU
Agua 0.0
Light Americana 10-
Lámbicas 11 a 23
Ale Rubia 15 a 30
Marzen 18 a 25
English bitter 20 a 35
Porter 20 a 40
Brown ale 15 a 45
Pilser estilo Bohemia 30 a 45
India Pale Ale 40+
Irish Sotut 25 a 60

Evidentemente el uso que se le da a estas unidades de medida tiene que ver casi exclusivamente con quienes fabrican cerveza, ya que como toda estandarización de conceptos, éstos sirven para que se pongan de acuerdo más eficientemente y pasa a ser parte del lenguaje técnico propio de la industria, mientras que nosotros los sufridos consumidores la hacemos simplemente con decir “dame una Light o una oscura”.
Recuerden que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina, en todo caso ahí empieza. Exploren.


Sunshine II, comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
www.chevestuff.blogspot.com

viernes, 9 de octubre de 2009

CUÁNDO SE INVENTÓ LA CERVEZA


Por: Sunshine II

Antes que nada quiero agradecer la gran cantidad de correos con comentarios, aportaciones y consejos que me han dado en relación a esta columna. Eso significa dos cosas: la primera es que –contrario a lo que muchos opinan- la gente sí lee, y la segunda es que –como ya sospechábamos- a la gente le encanta la cerveza. Una vez más compruebo que en cuestión de bebidas espirituosas la vocación de Mexicali es la cerveza.
Muchos me han sugerido que les hable sobre el origen de la cerveza. Con gusto les platicaré aquí lo que yo sé al respecto.
Comenzaré por decirles que de acuerdo al profesor Solomon Katz de la universidad de Pensilvania, la receta escrita más antigua que se conoce es la de la cerveza. Data de aproximadamente 4,000 años y fue escrita como himno a la diosa Ninkasi “la diosa que sacia el corazón”. No se necesita ser un genio para deducir que si alguien se tomó la molestia de escribir sobre una tablillas de arcilla una receta, significa que ya tenían muchos siglos fabricándola. Algunos hablan de que hace 9,000 años ya se fabricaba cerveza, esto basándose en residuos encontrados en pedazos de cerámica que datan de esa época. De nuevo no es necesario hacer muchas cuentas para enterarse de que este dato nos ubica antes de las dinastías faraónicas de Egipto, o sea que, contra lo que muchos creen, la cerveza no la inventaron los egipcios.
Al estudiar un poco de historia…o en este caso de prehistoria, notaremos que estas épocas coinciden con dos hechos fundamentales en la evolución de nuestras sociedades. El primero es que por aquellos años el hombre “domesticó” la agricultura que consistía esencialmente en granos como la cebada y el trigo, y esto ayudó a que los grupos humanos –antes nómadas por necesidad- ahora podían establecerse en un lugar viviendo de sus tierritas y sus animalitos, dando con esto lugar, y este es el segundo hecho, al nacimiento de las sociedades civilizadas o séase de las ciudades. ¿Y dónde sucedió esto? Pues en varias partes de nuestro planeta al mismo tiempo, pero la que para efectos de imaginarnos la historia de la cheve nos incumbe, es entre los ríos Tigris y el Eúfrates, es decir, en Mesopotamia.
Cabe recordar que hace aproximadamente 11,000 años durante el Neolítico temprano y hacia el final de la última glaciación, esa zona hoy desértica como consecuencia del calentamiento de la Tierra, era un verdadero paraíso para la agricultura.
Resulta también curioso anotar que en aquellos tiempos la cerveza era elaborada más con fines alimenticios que recreativos. Los cultivos de cebada y trigo eran en su mayoría dedicados a fabricar cerveza más que pan. Los sagaces lectores habrán notado que la receta es muy parecida (parafraseando a mi amigo gurú y Cheve Meister Mariano: “la cerveza es pan líquido”).
Así pues, la cerveza es cerveza casi desde que el hombre es hombre….o por lo menos desde que se puso en paz y decidió ponerse a fundar aldeas.
Es importante aclarar que los tipos de cerveza que actualmente conocemos no se parecen en nada a lo que tomaban nuestros prehistóricos ancestros. Lo que nosotros tomamos hoy esta corregido y aumentado por los señores de la Europa central, que fueron los ganones con esto del calentamiento global, ya que los climas benignos para la agricultura y la abundancia de agua se mudaron hacia esa región que actualmente comprenden países como Alemania, Bélgica, República Checa, Austria, Holanda y Polonia.
Resulta paradójico pensar que siendo la cerveza la bebida más antigua inventada por el hombre y la más consumida a nivel mundial en nuestros días, sea al mismo tiempo tan poco conocida en el amplio sentido de la palabra, ya que nuestra aproximación a ella suele limitarse a uno o dos estilos de los cientos que existen sobre la faz de la tierra.

Sunshine II es comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza de toda la vida. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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MÉXICO Y LA CERVEZA (3ra. y última parte con aterrizaje en la Baja)


Por: Sunshine II



Y ya para terminar con esta azarosa y historia de la cerveza en nuestro temido y querido México, aterrizaré en el Estado Número 29, ó sea Baja California. Sé que muchos datos han quedado al margen de este apretadísimo compendió de tres partes, comprenderán que resulta imposible sintetizar casi 500 años de una historia que inició apenas 20 años después de la caída de la Gran Tenochtitlan.
Para 1918 ya había 36 cervecerías repartidas por todo el territorio nacional, esto se lo debemos en gran medida a la famosa prohibición decretada por el gobierno gringo a todo tipo de actividades para el solaz y esparcimiento de nuestro primos del norte. De este lado de la frontera las cosas eran muy diferentes y, por efecto de la ley de la oferta y la demanda, nos tocó a nosotros ofertar lo que los gabachos demandaban….y lo demandaban con muchas ganas. En ese entorno comercial de “todo se vale” florecieron los bares, los casinos, los prostíbulos, trayendo grandes beneficios económicos a la zona fronteriza de nuestro país. Se empezó fabricar y a comercializar localmente de todo; brandy, aguardiente de la peor calidad, opio (que en esos tiempos era legal) y todos los etcéteras que se puedan ustedes imaginar….todos.
Es entonces cuando, y al márgen del contexto de productos chafas que abundaban, surge la primera industria cervecera formal en nuestro estado: la Mexicali Brewery y la Aztec Brewing Company que arrancan duro y maciso con la década de 1920, gracias al impulso de los empresarios Miguel González y Heraclio Ochoa. A lo largo de sus 53 años de existencia esta marca se convirtió en orgullo y emblema de Mexicali, hasta que en 1973 cierra sus puertas. Esta cerveza tipo Pilsen marcó el gusto de los bajacalifornianos en general, ya que se consumía también abundantemente en otras ciudades fronterizas, especialmente Tijuana con todo y su “leyenda negra” que llevó al gobierno del presidente Emilio Portes Gil a implementara sin éxito su Campaña Antialcohólica de México en mayo de 1929. Esta campaña sirvió para lo que ustedes ya saben, a pesar de que en 1933 se aplicó a nivel nacional.
La Mexicali resurgió posteriormente bajo condiciones totalmente diferentes a las que la originaron y desde entonces ha luchado por recuperar algo del mercado que acaparan sus lapidarios competidores.
En1943 se funda la cervecería Tecate, en la risueña ciudad del mismo nombre, aunque solamente 11 años después, en 1954, esta fábrica es adquirida por la Cervecería Cuauhtémoc. El éxito de esta marca ha sido más que evidente a lo largo de los años. La Tecate es definitivamente la cerveza de mayor venta en nuestro Estado y en gran parte del noroeste del país. Esta Lager ligera, dulce y aromática heredó el fértil mercado que alguna vez dominó La Mexicali, haciéndolo crecer exponencialmente.
Tuvieron que pasar cerca de 67 años más para que surgiera otra excepcional empresa cervecera, ahora en la coqueta Tijuana que, además de perder flores, fabrica algunas de las mejores cervezas del país. Por supuesto hablo de la Cerveza Tijuana que con sus diferentes estilos de Lager ofrecen al cervecero de corazón sabores, olores y texturas que no habíamos encontrado antes por estos rumbos. A finales del 2000 tuve la fortuna de caer en la pequeña Taberna que instalaron junto a su planta de producción y donde se ofrece cerveza fresca y sabrosa. No podía creer que estuviera probando una cerveza fabricada en Baja California. Afortunadamente esta empresa ha permanecido vigente por casi 10 años y, aunque no la venden en ningún restaurante o bar que yo conozca en Mexicali, es posible encontrarla en el Smart & Final y el Calimax.
Termino mi periplo literario/cervecero con otro de los grandes aciertos en la fabricación de cerveza de nuestro estado, en nuestro país y fuera de él. Me refiero a la Cerveza Cucapá que en el año 2002 empieza a fabricar lo que, desde mi humilde punto de vista, son las Ales mejor hechas de México. Este punto de vista afortunadamente es compartido por mucha gente….desafortunadamente fuera de nuestro país. Aquí se aplica tristemente la frase “nadie es profeta en su tierra”, ya que la Cucapá a pesar de ser una cerveza desdeñada por sus coterráneos ha sido objeto de reconocimientos importantísimos fuera de nuestro país a pesar de ser una empresa tan joven. Y para muestra basta un botón: una de las revistas más importantes del medio cervecero en Estados Unidos, la Draft Magazine, acaba de incluir a Cucapá en su lista de los nueve innovadores de la industria cervecera artesanal (si quieren leer el artículo completo, ingresen http://draftmag.com/magazine/articles/66 para que se entren del chisme completo. Felicito desde aquí al los “Marios” García, papá e hijo, y a todo su equipo de trabajo por este reconocimiento.
Ahora sí, aquí le paro con esto de la Cerveza en México. Espero que con tanta información te hayan dado ganas de echarte una cheve helada. Adelante.
Recuerden que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina, en todo caso ahí empieza. Exploren.


Sunshine II es mexicalense, comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza. Si te interesa algún artículo anterior o tienes algún comentario escribe a javier@doblearticulacion.com
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MÉXICO Y LA CERVEZA (2nda. Parte)


Por: Sunshine II


Vamos a seguirle con lo que empezamos la semana pasada relacionado con la cerveza en México ¿sale?
Ya hablamos de que la Nueva España es el primer lugar donde se funda una cervecería y que desde entonces todo ha ido viento en popa para la industria cervecera nacional.
En nuestros días la influencia de la Cerveza en la economía nacional es indiscutible. La cadena de actividades productivas que se eslabonan para que esta industria funcione es muy, nada más pónganse a pensar en todo lo que se involucra en este proceso de fabricar y llevar una cerveza hasta tus labios: entra la industria agrícola con la generación de granos, la química que produce los insecticidas y fertilizantes, molinos, el transporte que lleva la materia prima a la planta y luego el producto terminado a la red de distribución, papel y cartón, vidrio, metales, electricidad, aduanas, recreación y esparcimiento, pasando por la industria de la comunicación….y síganle echando. Más de la mitad de las actividades productivas del país están metidas en el ajo.
Se calcula que más de un millón de empleos (directos e indirectos) se los debemos a la cerveza. Las divisas generadas superan por mucho a otros productos tradicionales como el café, el tequila y las coyotas de Doña Mary, y ha colocado a México como uno de los cinco países exportadores de cerveza más importantes de todo el mundo. Ya se imaginarán la cantidad de lana que esta industria mete a las arcas de nuestra querida Secretaría de Hacienda por concepto de Impuestos Especiales a la Producción de Cerveza, IVA, ISR, Impuestos al Activo y Derechos de los estados y Municipios más lo que se acumule. Finalmente podemos concluir que quienes somos proclives a la pistiada contribuimos bien, bonito y puntualmente al progreso del país, por lo que deberían de tratarnos mejor ¿no?
En los últimos 15 ó 20 años se ha observado un sensible incremento en la preferencia de la población hacia la cerveza, debido principalmente a tres factores: mayor eficiencia de los proceso de distribución, cada vez la consumen más los jóvenes de 18 años en adelante y cada vez la consumen más las mujeres.
He recibido con gran beneplácito la noticia de que las variedades de cerveza que se fabrican en nuestro país se empieza a incrementar poco a poco. Creo que desde que el emperador wannabe Maximiliano de Habsburgo nos hizo el favor de traer el estilo Lager tipo Viena, nos habíamos estancado horrores haciendo Lagers tipo Pilsen sin muchas pretensiones adicionales. Ahora veo que ya Cuauhtémoc Moctezuma ha lanzado una cerveza de trigo y que las Ales empiezan a hacerle la lucha esperando que alguien les haga caso.
Amigo y amigas, cerveceros todos, le paramos aquí antes de abrumarlos más con datos inútiles pero entretenidos. Le seguimos en el siguiente artículo ya para cerrar este asunto de la Cerveza en México y pasar a más felices escenarios.
Recuerden que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina, en todo caso ahí empieza. Exploren.

Sunshine II es mexicalense, comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza. Si te interesa algún artículo anterior o tienes algún comentario escribe a javier@doblearticulacion.com.
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MÉXICO Y LA CERVEZA (1ra. Parte)


Por: Sunshine II

Vamos empezando por decir que la primer cervecería comercial del Nuevo Mundo se estableció en México. Ya se imaginarán que el tema da para más de un artículo. ¿Nos aventamos con el primero? Sale y vale.
El romance de los mexicanos con la cerveza se remonta allá por el año de 1540 cuando se emitió la primer solicitud para fabricar cerveza en la Nueva España. Cuatro años después ya estábamos fabricándola y empezamos a consumirla de a poquito en poquito. Tomarle el gusto a la cheve nos llevó un buen número de años ya que como de todos es sabido la bebida tradicional de nuestros antepasados era el pulque. Esta deliciosa bebida que todavía se consume en muchos estados de la república, no solamente nos remonta a nuestras más profundas raíces culturales desde el punto de vista histórico, sino incluso divino, ya que era una bebida ritual, un vehículo de contacto con la divinidad. De alguna manera el pulque fue para nuestros ancestros lo que el vino para los católicos, o el peyote para unos amigos míos de la sierra de Durango.
Déjenme darle unos datos curiosos sobre el pulque:
En 1857 la producción de bebidas alcohólicas en México (hablamos del centro del país, que es de donde se tienen registros) indicaba que se anualmente se procesaban 4’377,600 litros de pulque y 12,000 barriles de aguardiente, cantidad que resulta verdaderamente impresionante si consideramos que en esos años la Ciudad de México contaba apenas con 200,000 chilangos. Si hacen cuentas notarán que ésto representa 22 litros por persona por año, alrededor del 50% del consumo promedio de cerveza en nuestro país por estos días…¡zaz!
El camino ha sido largo y sinuoso, como acertadamente dijeron Lennon & McCartney. Hoy nuestro país ocupa el lugar número 32 en el consumo de cerveza con más o menos 53 litros per cápita. Nos falta rato para alcanzar a nuestros hermanos de la República Checa que se enjuagan alrededor de 160 litros por bragueta.
La producción de cerveza a nivel industrial empezó en la ciudad de Monterrey en 1890, al fundarse la Cervecería Cuauhtémoc que producía 10,000 barriles diarios. Cuatro años, en 1894, arranca en Orizaba, Veracruz, la Cervecería Moctezuma y en 1925 la Cervecería Modelo en el Distrito Federal.
Como que los mexicanos le estábamos agarrando gusto a la cerveza y lo que siguió sólo fue cuestión de tenacidad; a partir de los años cuarentas el crecimiento de esta industria fue exponencial. En los sesentas y setentas el fuerte incremento de la población urbana, los avances tecnológicos y la ampliación de las cadenas de distribución aumentó a niveles insospechados el consumo de cerveza.
Bien mis asiduos y no asiduos lectores. Con tanto dato inútil pero entretenido me dieron ganas de aniquilar una Pale Ale que tengo en el refrigerador esperándome desde hace varios días. Le seguimos con algo más de los antecedentes y actualidades de la cerveza en nuestro país la próxima semana. Les recomiendo que si les entra la angustia por saber cómo acabará esto, se relajen con una buena cerveza helada.
Exploren. Recuerden que el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina, en todo caso ahí empieza.

Sunshine II,mexicalense, comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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CERVEZA Y VINO

Por: Javier "Sunshine II" Sánchez

Resulta muy común que la gente tienda a marcar una línea divisoria entre la cerveza y el vino, casi una frontera que requiere de permiso para cruzarse y que, como toda frontera, eventualmente genera fricciones. Los “hop heads (cabezas de lúpulo) de un lado y los “Grape Heads (cabezas de uva)” de otro pelándose los dientes. Quienes están de un lado voltean hacia el lado opuesto en actitud peyorativa que esconde una sorda lucha por la posesión de la verdad única…como si ésta existiera.
Resulta patético ver como algunas personas encuentran en la cerveza o en el vino una cárcel, más que un campo abierto al placer y a la convivencia humana, sin darse cuenta de que entre ambas bebidas hay más semejanzas que diferencias y sin reparar en el hecho de que ambas finalmente nos transportan al mismo lugar, sólo que por diferentes rutas.
Entre la cerveza y el vino existen más coincidencias que diferencias. Los vinos se hacer a base de uva (en raras ocasiones se usan otras frutas), en tanto que las cervezas se hacen con base en granos, generalmente cebada. El proceso de fabricación es la fermentación y frecuentemente comparten productos naturales que les dan a ambos su aroma y su gusto. Si se destila vino se obtiene brandy, y si se destila cerveza se produce whisky.
Existen vinos y cervezas para diferentes ocasiones, para diferentes estados de ánimo y para diferentes propósitos. Algunos beben para quitarse la sed y refrescarse, otros beben para tomar fuerzas y proseguir con sus labores, otros por placer, otros para acompañar sus comidas, o para atreverse a socializar o acercarse a la persona que le gusta, y otros beben simplemente para emborracharse y olvidarse de la Secretaría de Hacienda y demás penurias de este mundo falaz y traicionero. Para cada necesidad específica existe un tipo de cerveza y un tipo de vino que encaja perfectamente en el logro del fin buscado.
Llegar a un restaurante y pedir “una cerveza” equivale a pedirle al mesero “un plato de comida”, o “un vino”. Por lo menos debemos orientar mínimamente al mesero diciéndole qué nos apetece en ese momento ¿Queremos carne, mariscos, vegetales?¿vino blanco o rojo?¿cerveza obscura o clara? Aun con las limitadas opciones que tenemos en Mexicali (en lo que a cervezas se refiere) esto es posible.
Me permitiré en este escrito echar mano de la “Guía de la cerveza para los amantes del Vino” que el escritor inglés y original Cazador de Cervezas Michael Jackson (nada qué ver con el célebre cantautor recientemente fallecido) nos proporciona en una de sus múltiples aportaciones literarias:
“Usted es amante del vino, pero en ocasiones toma una cerveza. De acuerdo con el vino que prefiere, he aquí la cerveza que le puede gustar. No tiene el mismo sabor del vino (usted quería una cerveza), pero estará de acuerdo con su paladar.
- Blanco seco: una auténtica Pilsen lupulizada.
- Gewürztraminer: una lagen estilo Viena, picante, o una lager más oscura tipo Munich.
- Champaña: una cerveza de trigo.
- Blush Zinfandel o Champaña rosada: una Framboise (cerveza de frambueza).
- Cavernet Sauvignon: una Ale afrutada estilo inglés, o una IPA (India Pale Ale) americana de roble.
- Pinot Noir: una Ale escocesa o belga.
- Fino: una cerveza lambic.
- Amontillado: una Porter o una Stout seca.
- Oporto: una Ale oscura trapense con un cierto tiempo de envejecimiento en la botella.”


Cerveceros y vineros del mundo, uníos. Al ampliar nuestras posibilidades todos salimos ganando.
Recuerden cerveceros cofrades, el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina. Atrévanse a explorar más allá.

Javier "Sunshine II" Sánchez es comunicólogo, publicista, rockero y cerveciáfilo. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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LOS MONJES TRAPENSES Y LA CERVEZA


Sunshine II

En la edad media estuvimos a punto de quedarnos sin cerveza. Hasta la piel se pone chinita nomás de imaginarme lo que sería el mundo en nuestros días sin este vital líquido que hace tan felices a millones y millones de seres humanos. Lo paradójico de esto es que quienes salvaron al planeta de tal hecatombe fueron los mismos que siglos después lo condenarían airadamente: los católicos. O sea que podemos afirmar quede alguna manera fue la intervención divina lo que nos salvó de semejante tragedia.
La edad media trastocó en muchos sentidos el orden social. Muchas de las costumbres y prácticas comerciales de la época fueron afectadas y entre ellas, evidentemente, estaba la agricultura y por ende la producción de granos y cerveza. Las abadías cristianas se convirtieron entonces en centros agrícolas “protegidas” y además concentraron muchos de los conocimientos científicos ente los que se encontraba la producción de cerveza. Básicamente la producían por tres razones. La primera porque constituía un excelente alimento para los mismos monjes, sobre todo en las épocas cuaresmales de ayuno en las que no podían probar alimentos sólidos. El consumo dentro de esos centros religiosos alcanzó volúmenes impresionantes, ya que a cada monje se le permitía que tomara hasta cinco litro de cerveza diarios. La segunda razón es que se usaba como alimento para los muchos peregrinos que huyendo de las guerras y las persecuciones frecuentemente tocaban a las puertas de las abadías. Y la tercer razón, y quizá la más importante, fue que resultó ser una excelente fuente de financiamiento para esas comunidades religiosas. La venta en las cantinas de las abadías permitió a los monasterios acumular una gran cantidad de recursos económicos que fueron muy bien vistos y fomentados por las autoridades eclesiásticas. La censura cristiana al alto consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo de los protestantes, es una postura relativamente reciente.
Actualmente todas las abadías que producen cerveza son católicas romanas y son únicamente seis. Cinco de ellas se encuentran en Bélgica: Chimay, Orval, Rochefort, Westmalle y Sint Sixtus, en Westvleteren, y una en Holanda: Schaapskooi, en Koningshoeven. Todas pertenecen a la orden Trapense originalmente surgida en el monasterio Cisterciense de La Trappe, Francia cuyos monges huyeron a Bélgica y Holanda durante la revolución francesa. El término trapense es legalmente una denominación de origen y no un estilo de cerveza.
Todas las cervezas que estos monasterios producen tienen una serie de características comúnes: son Ales de fermentación alta y están acondicionadas en botella. Su sabor es fuerte y con abundantes sedimentos de levadura, afrutados y aromáticos. La mayoría son dulces aunque hay algunas secas. Estas cervezas no son tan fáciles de encontrar en restaurantes (bueno…en México yo diría que es imposible) aunque si vas a Estados Unidos no está de más preguntarle al mesero si las tienen. Lo más fácil es ir a tiendas especializadas, como BevMo en San Diego, donde permanentemente encontrarás una o varias de estas cervezas trapenses.
Es común confundir las cervezas trapenses con las denominadas cervezas de abadía. Sin duda hay elementos que las relacionan sin embargo éstas merecen por sí mismas un artículo que en un futuro le dedicaré.
Recuerden: el mundo de la cerveza no termina en la tienda de la esquina. Busquen, experimenten y sorpréndanse.
Por último quiero desearle la mejor de las suertes a mi amigo y Cheve Meister Mariano Rayón, quien se dará un entrón con nuestros amigos ensenadenses en su terreno en una plática dedicada precisamente a las cervezas trapenses.

Sunshine II, comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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DE SEGURO FUE UNA PILSEN


Sunshine II

La primer cerveza que seguramente todos los mexicanos tomamos fue una pilsen (pilsner, pilsener, pils, Plzeñ, díganle como se les facilite más) . Sobre todo los mexicalenses.
Recuerdo vívidamente cuando de chico mi papá nos llevaba los domingos a la comida china. Después de acomodar a toda la prole en sus respectivas sillas, lo primero que pedía al mesero era una “catedral”, es decir una cerveza Mexicali en una de sus presentaciones más populares de esa época. Fue ahí donde probé por primera vez la cerveza. “Cerveza Mexicali y comida china… positivamente no hay mejor” decía don Augusto Hernández Bermúdez por la radio hablando del primer maridaje publicitado del que tengo memoria.
La cerveza Mexicali fue el orgullo local, fue la cerveza de mayor consumo, fue una de las industrias regionales más importantes, fue la que moldeó nuestro gusto hacia este estilo de cerveza…y era una Pilsen.
Hasta 1842 todas las cervezas que se fabricaban en el mundo eran turbias u obscuras. Todo esto cambió cuando una nueva cervecería fundada en Bohemia, en una pequeña ciudad llamada Plzeñ, se empezó a fabricar un nuevo estilo de cerveza que utilizando el método lager resultaba ser dorada y transparente. A partir de entonces este estilo ha sido el más ampliamente producido en todo el mundo hasta nuestros días.
Pero…¿y por qué si durante siglos la cerveza había sido oscura y turbia, súbitamente la transparencia y claridad fueron tan importantes? La respuesta es muy simple: antes el líquido que se tomaban no se veía porque los recipientes para beber eran opacos, de metal, barro, madera o de piel. Por aquellos años los recipientes de vidrio empezaron a utilizarse comúnmente y el color de la cerveza resultó novedoso, muy atractivo y apetitoso a la vista.
Se le atribuye la creación de esta cerveza a un tosco campesino y cervecero de la ciudad de Vilshofen, Baviera, llamado Josef Grolle. El señor Grolle en su búsqueda para producir una lager oscura que compitiera con las cervezas Bávaras que invadían el mercado, creó –algunos dicen que por accidente- esta cerveza clara y dorada. Sea cual sea la historia real, la ciudad de Plzeñ se hizo famosa alrededor del mundo y la comunidad agradecida otorgó al Sr. Grolle el título de su primer maestro cervecero.
La cervecería original aun está en operaciones y vende su cerveza en muchos países del mundo bajo la marca Pilsner Urquell (esta segunda palabra significa “fuente original”, en un intento por proteger la originalidad del producto, ya que en aquellos años no existía la “denominación de origen”, por lo que Pilsner se convirtió en un estilo de cerveza y no en un producto exclusivo de esa ciudad).
La pilsen original tiene un sabor seco, robusto y amargo por su contenido de lúpulo, mientas que las pilsen que se fabrican fuera de la república Checha se van más por el color y la transparencia que por el sabor, tienden a ser más dulces y ligeras, más comercializables ante un mercado de gustos menos comprometidos. Las cervezas de mayor consumo en Mexicali sigue siendo la lager tipo pilsen y prácticamente toda cerveza que no nos sepa a este estilo, lo dejamos a un lado y le hacemos gestos. Resulta difícil que ese gusto varíe en el corto plazo, ya que nos evoca toda nuestra formación como tomadores de cerveza. Sin embargo vale la pena probar “otras” pilsen para poder comparar la calidad de aquellas marcas a las que estamos acostumbrados.
Los exhorto de nuevo a explorar el mundo de la cerveza que no termina en la tienda de la esquina. Consuman lo que el país produce, pero arriésguense a probar también las cervezas que el país no produce…ni producirá jamás.
TIP: La Pilsner Urquell la pueden conseguir en San Diego en tiendas como BevMo. Si tienen oportunidad de comprarse un seis, le prometo que no se decepcionarán y querrán volver por más. Igual pueden ir a restaurantes de El Centro, Yuma o San Diego y preguntarle al mesero sobre una buena pilsen europea, seguramente se llevarán una agradable sorpresa.


Sunshine II, comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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GUINNESS


Por: Sunshine II

Voy a darme el gusto de dedicarle esta columna a mi cerveza preferida: la GUINNESS (así, con mayúsculas).
Déjenme decirles que al igual que un niño anhela su primer viaje a Disneylandia, yo durante varios lustros soñé con visitar la fábrica de esta cerveza que desde hace 250 años nos ofrecen los herederos de la tradición iniciada por Arthur Guinness.
Fue en 2007 cuando junto con un pequeño grupo de amigos mexicalenses también amantes de esta cerveza, tuve la oportunidad de visitar el distrito de The Liberties en el antiguo Dublín donde hasta la fecha se fabrica esta cerveza. Aun existe la puerta que en 1760 el Sr. Guinness construyó y decoró con un relieve de Ceres, la diosa romana de los cereales. Junto a ella se extienden las casas georgianas que construyó para que vivieran sus trabajadores y donde también él vivió. Actualmente el director de la empresa sigue teniendo sus oficinas en una de esas casas. El antiguo almacén de lúpulo construído en 1870 fue transformado en un moderno museo en cuya azotea se encuentra un bar con paredes de cristal que permiten ver toda la ciudad de Dublín mientras tomas alguno de los estilos de cerveza que ahí se ofrecen a los visitantes de todos los rincones del mundo. Los Dublinenses se parecen a los mexicanos, quizá por eso se siente uno como en casa. Son platicadores y gritones, alegres y muy pistiadores. Les encanta reunirse en los tradicionales y atestados Pubs a platicar con cualquiera que tenga una “pint of Guinness” en la mano sin importar de dónde sea. En menos de lo que te imaginas ya estás enfrascado con un grupo de “cabezas naranja” brindando por el arpa irlandesa o por el águila azteca.
El aire de Dublín huele a café tostado debido al proceso de fabricación de GUINNESS, que consume las 2/3 partes de la producción total de cebada del país y 8 millones de litro de agua diariamente.
La GUINNESS es una Ale, es decir, su fermentación es alta, lo que le da un sabor profundo, invasivo y extremadamente golpeador, aunque, contrariamente a lo que muchos piensan, su contenido de alcohol no es mayor que el de una cerveza tipo americana que ronda en el 6%. Actualmente se elabora aproximadamente seis o siete versiones principales de GUINNESS de un total de 19 variaciones. Exporta aproximadamente el 40% de su producción a más de 120 países.
Esta cerveza la podemos conseguir los mexicalenses solamente con cruzar la frontera, e incluso eventualmente en mercados locales. Las versiones GUINNESS para el mercado americano incluyen la Stout (la cerveza más obscura del mundo), la Porter e incluso una versión en lata de la Draft (cerveza de barril), que patentó un novedoso sistema en el que cada lata contiene una cápsula de nitrógeno que es liberado al abrir el recipiente, esto con el fin de aproximar su sabor y textura a la original cerveza de barril. Durante este año se editó la GUINNESS 250 para conmemorar ese mismo número de años de su fundación. Desgraciadamente esa cerveza que es mucho más ligera y refrescante que la original, solamente se venderá en Estados Unidos hasta el mes de noviembre de este año. Si encuentras un six te recomiendo que no lo dejes vivo.
Amigos y amigas, hedonistas de mexicali…..arriésguense a probar todo tipo de cervezas. Les aseguro que no se arrepentirán de haberse dado esa oportunidad. El mundo de la cerveza es inmenso y lleno de agradables sorpresas, no nos limitemos a la que venden en la esquina, atrévanse a ir un poquito más allá de vez en cuando.


Sunshine II es comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza de toda la vida. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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¿HAS TOMADO LAS DE TRIGO?


Por: Sunshine II

Mexicali es un lugar muy diferente a las regiones en las que surgieron los tipos y estilos de cerveza que existen. De los verdes valles del centro de Europa irrigados por ríos extensos y fríos, a nuestros desiertos calientes y secos hay – sin la menor de las dudas- una gran diferencia. No obstante algo nos une con aquellos lugares al grado de que los mexicalenses hemos desarrollado una vocación cervecera como pocos lugares del mundo. La cerveza es parte de nuestra cultura local, de nuestras tradiciones, de nuestra forma de convivir con los demás al grado de que es impensable encontrarse con alguien sin que, acto seguido, destapemos una helada para celebrar el momento.
Lo que se me hace extraño de todo esto que les platico no es que seamos proclives a tomar cerveza, sino que no hayamos desarrollado el gusto por un estilo de cerveza que además nos conecta sin mayor trámite con nuestra geografía, con nuestras raíces y nuestra corta historia de manera casi genética (por lo menos el papá de su seguro servidor sembró en el valle de Mexicali muchas toneladas de este grano maravilloso). Me refiero a la cerveza de trigo.
Aquí tomamos cerveza tipo Lager, principalmente del estilo Pilsner. Ese es el sabor que mejor se ha adaptado a nuestro carácter, a nuestro clima y a la necesidad de refrescarnos a como dé lugar. Sin embargo estoy cierto de que hemos desdeñado las virtudes de la cerveza de trigo que resulta ser igualmente refrescante y fascinante.
Las cervezas de trigo son también llamadas cervezas blancas por su aspecto turbio y neblinoso debido a que no suelen filtrarse –como lo hacen las Pilsner- lo que les dá matices naranjas y dorados opacos. Son cervezas de fermentación alta que utilizan una mezcla de trigo y cebada que le dan un sabor definido, casi como a pan recién hecho. Su aroma es ácido y refrescante como una naranja recién cortada y su espuma densa ayuda a contener su sabor dentro del vaso. Es frecuente que al pedirla en un restaurante o una taberna el vaso venga adornado con una delgada rebanada de naranja que ayuda a definir aun más su refrescante aroma y sabor.
Este estilo de cerveza que se produce abundantemente en Alemania y Bélgica (incluso durante un tiempo fue de producción exclusiva para la realeza Bávara) solía ser producida como cerveza de verano, pero su creciente popularidad la ha llevado a producirse durante todo el año. Entre otra de las curiosidades relacionadas con este estilo de cerveza es que la marca Weihenstephaner Hefeweisen es una de las preferidas del Papa Benedicto XVI, junto con la Ale inglesa Spitfire.
Cada que se presenta la oportunidad de invitar una cerveza de trigo a algún amigo, noto con gusto que aunque el sabor es nuevo para él, la disfrutan enormemente y terminan por pedir otra y otra más. Hasta la fecha no conozco a ningún mexicalense que le haya hecho el feo a una buena cerveza de trigo.
Desgraciadamente ninguna cerveza de trigo es vendida en Mexicali. Afortunadamente al cruzar la frontera la encontramos en muchas partes.
Dense la libertad de aventurarse más allá de lo tradicional, de lo que toman todos los días. El mundo de la cerveza es muy amplio y muy poco explorado por los mexicanos. No obstante que es la bebida alcohólica más consumida en nuestro país, es paradójicamente una de las menos conocidas.

Sunshine II es comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza de toda la vida. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com
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UN PATIO DE DIVERSIONES CON DOS ENTRADAS


Por Sunshine II
Vamos empezando por la parte más fácil: cuando alguien te pregunte cuántos tipos de cerveza conoces, diles que dos……porque si dices que conoces más, vas a “sonar bofo”, por la sencilla razón de que en este mundo solamente existen ese número de tipos de cerveza. Y se llaman ALE y la otra LAGER.
Todas las cervezas durante su proceso de fabricación pasan por una etapa de fermentación, en la que por obra y gracias a las levaduras transforman los azúcares en alcohol. La diferencia entre las Ales y las Lagers es que las primeras fermentan arriba del tanque y las segundas en el fondo. De ahí que también se le conozca como cervezas de fermentación alta y de fermentación baja.
Estos dos procesos de fermentación dan como resultado cervezas con sabores muy diferentes, pero igualmente deliciosos….todo es cuestión de gustos.
Dentro de la familia de las Ales y de las Lagers existen muchos estilos diferentes y nadie termina de ponerse de acuerdo en cuántas son; unos dice que 70, otros que hay muchas más y otros que menos. Lo cierto es que tal variedad de estilos de cerveza nos ofrece un amplio patio de juego para el paladar y los sentidos. Y si a esto le sumamos que cada fabricante tiene “su librito” para fabricarlo un estilo de cerveza, la cosa se pone aun mejor.
Las cervezas de fermentación Alta son las más antiguas del mundo. Los primeros fabricantes de cerveza de hace miles de años utilizaban este método para fabricarla y la utilizaban como alimento. Esta fue la única forma de fabricar cerveza utilizada durante miles de años. No fue sino hasta mediados del siglo XIX cuando se empezaron a fabricar comercialmente las cervezas de Fermentación Baja, gracias la las nuevas técnicas de frío artificial producto de los grandes avances tecnológicos que se dieron sobre todo en Europa.
A partir de entonces tanto las Ales como las Lagers se han diversificado profusamente hasta darnos una amplísima variedad de estilos que van desde las más claras hasta las más obscuras, desde las más dulces hasta las más amargas y desde las más transparentes hasta las más densas y turbias.
Las Lagers son las cervezas más difundidas en el mundo. En prácticamente cada región de nuestro planeta se fabrica alguna Lager, prácticamente a cualquier país que vayas encontrarás alguna cerveza de fabricación nacional, sin importar si estás en el caribe, en el desierto, en la montaña o cerca de los polos. De hecho la cerveza tipo Lager es la que consumimos aquí desde que Mexicali es Mexicali, particularmente el estilo Pilsner, caracterizada por su transparencia y color dorado. Esta es nuestra referencia cuando buscamos una cerveza en cualquier lugar al que vamos. Rara vez nos aventuramos a buscar nuevos sabores.
Las Ales, con sus sabores robustos y olores definidos hasta hace muy pocos años se fabricaban principalmente en los países fríos del norte de Europa y su exportación al resto del mundo era limitada. Hace apenas una década que este tipo de cerveza empezó a popularizarse en estados Unidos y, por ende en otros países del mundo, al grado de que se fabrica ya regularmente en nuestro continente e incluso en nuestro país. Te recomiendo que experimentes alguna vez con este tipo de cervezas, son toda una nueva dimensión.
Sunshine II es comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza de toda la vida. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com

EN MEXICALI NO SABEMOS NADA SOBRE CERVEZA


Por Sunshine II
Decir esto en Mexicali un sábado de verano por la tarde frente a un grupo de amigos que recién acaban de ver un partido de futbol en el que no ganó su equipo preferido, créanme que no es una buena idea. Sobre todo si cada uno de los presentes tiene entre pecho y espalda varios decilitros del vital líquido ambarino …y sin embargo se me ocurrió decirlo. Al pequeño silencio inicial le siguieron una serie de adjetivos nada elegantes provenientes de todos los presentes dirigidos a quien les habla. No me quedó otro remedio que tratar de explicarle al hostil auditorio las razones que me llevaron decir tal herejía, con el riesgo de salir más raspado de lo que ya estaba.
“Díganme –les pregunté- de qué está hecha la cerveza” Inmediatamente alguno contestó “pues de cebada….¿no?” mientras daba un sorbo a su vaso. Los demás asintieron en su apoyo y voltearon a verme triunfantes. “¿y de qué más?” volví a preguntar. “híjole pues tu lo que quieres que te pasemos toda la receta. Yo que sé qué otras cosas tiene, yo nomás me la tomo y ya”…y ahí terminó el tema volviendo al asunto de si metió la pata el entrenador o no. Para mis adentros repetí ….” Definitivamente no sabemos nada sobre cerveza”.
Resulta muy curioso que en una ciudad con vocación cervecera como Mexicali, donde la cerveza forma parte de nuestra cultura local y de nuestra historia personal (¿quién no tiene anécdotas que contar relacionadas con uno o varios tarros de cerveza fría?), pocas personas nos hagamos las preguntas obvias “¿Quién inventó la cerveza?¿Hace mucho?¿Cuántos tipos de cerveza existen?¿Cuántos pueden conseguirse en Mexicali?¿Por qué unas son obscuras y otras claras?¿Conocen las cervezas dulces? ¿Con qué comidas se llevan bien las distintas cervezas?¿Se fabrica cerveza en Mexicali?¿Cuántas?
Gracias a nuestra cercanía con los Estados Unidos, quienes vivimos en Mexicali tenemos acceso a prácticamente todos los tipos y estilos de cerveza del mundo; cervezas alemanas, checas, inglesas, belgas, austriacas, holandesas, polacas, irlandesas, españolas, italianas, jamaiquinas, dominicanas, argentinas, americanas, chinas, japonesas, mexicanas, sólo por anotar algunas. El mundo de la cerveza es inmenso, fascinante y nunca lo suficientemente explorado.
La idea de esta columna no es educar a nadie sobre el tema de la cerveza, ni fomentar su consumo indiscriminado, sino todo lo contrario. La intención es que a través de su conocimiento logremos apreciarla al igual que una buena copa de vino. La cerveza merece un mejor trato de quienes nos declaramos proclives a su disfrute, y una reivindicación pública que le devuelva, aunque sea en una proporción mínima, la posición que a lo largo de más de 6,000 años de historia ha desempeñado en las diferentes sociedades del mundo. La bebida espirituosa más antigua de la humanidad ha recorrido un largo camino desde las entonces fértiles tierras mesopotámicas hasta nuestros días. Los invito a recorrer juntos en esta columna parte de ese camino, descubriendo juntos muchos de sus secretos… y placeres.
Sunshine II es comunicólogo, publicista, rockero y amante de la cerveza de toda la vida. ¿Algún comentario? Escríbele a javier@doblearticulacion.com

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